Política sin retorno
Después de las palabras ·
No hay respuesta política convincente, nunca es suficiente la respuesta de los políticos a la sociedadEl debate político es síntoma de salud en la sociedad democrática, pero si hablamos de debate político conviene establecer previamente con precisión qué se entiende ... por ese concepto, existe el peligro de caer y recaer en la rueda interminable de la demagogia, incluso en la retórica de los juegos fatuos, en el navajeo verbal y en el lenguaje procaz y estéril del diálogo de sordos.
No hay respuesta política convincente, nunca es suficiente la respuesta de los políticos a la sociedad. Los políticos solo responden a políticos, ingenian respuestas para los políticos y sus partidos; su discurso social se limita, a menudo, a la frívola brillantina de la jerga política, en las antípodas del lenguaje concreto y vital de las necesidades sociales.
Las ideologías como embajadoras de soluciones salvíficas para las personas, sociedades y naciones han perdido su eficacia, ya no ofrecen credibilidad, ni garantías, más allá de su frágil envase político y de un mero acto de fe subjetivo. El bienestar económico, el eclecticismo filosófico y el escepticismo político han minimizado las ideologías a un simple testimonio anacrónico, a materia residual del relato histórico. La filosofía política ideológica, en cierto modo, se resume como una ética impostada de comportamiento del poder establecido.
El ciudadano actual intuye que el fideicomiso de la regeneración política tal vez comienza con un gobierno que descanse en una nueva ética en los comportamientos, en la austeridad de la maquinaria administrativa, la transparencia en la gestión y una eficiencia extremada en el jeroglífico que supone la materialización social de los programas de gobierno. Se trata de una nueva ética que ponga punto final a la escatología de los comportamientos corruptos, que erradique la indefinición de un Estado de derecho espiado y ambiguo, que renuncie a la diatriba de la esperanza, y que borre el oscurantismo de un futuro de vida sin vida.
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