Penitencia
Algo que decir ·
Aunque me gustaría lanzar un mensaje de optimismo a los que siguen buscando curre, me pongo sombrío con estos datos
He tardado una temporada en entender por qué hay tanta diferencia entre los datos del número de desempleados registrados en el Inem y los de ... la EPA, y tuvo que pasar un tiempo para descubrir el 'truco', que consiste en que no todos los parados se apuntan en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo. Por eso los expertos consideran más fiable la Encuesta de Población Activa que, según parece, se elabora yendo casa por casa, por lo que generalmente ofrece detalles más reales. Así, la última, conocida ayer, deja a nuestra región en una mala posición, cosa que, desgraciadamente, sucede más veces de lo que sería deseable.
Supongo que habré contado en varias ocasiones que en medio siglo de vida laboral jamás estuve en el paro, y la única vez que pasé por el Inem (lo de la Encuesta no existía) fue para comunicar una mejora de contrato, lo que me libró de sufrir la penitencia de hacer cola y cruzar los dedos para tener suerte. Aunque me gustaría lanzar un mensaje de optimismo a los que siguen buscando curre, me pongo sombrío con estos datos porque es un colectivo muy numeroso al que le afecta prácticamente todo, desde la pandemia a la guerra de Ucrania pasando por la inflación. Y así es muy complicado escapar de las listas del descanso forzoso, y más todavía encontrar un puesto digno, cómodo, duradero y razonablemente bien pagado.
Una vez más, la EPA no ofrece motivos para regocijarse.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
