Pasan cosas

En un periódico pasan cosas, supongo que igual que en una ferretería o en una tienda de muebles, por citar dos negocios con solera y en plena incertidumbre. Y pasan cosas inexplicables, absurdas coincidencias que nos hacen esbozar una mueca ininteligible ante la situación. Es un no saber si reír o ponerse serio.

Ocurrió esta semana en las páginas de este diario, en las que se publicaron enfrentadas una plana con otra en la que en una se leía una información titulada: «La Guardia Civil bate el monte en busca del oso que dio un zarpazo a una anciana en Asturias», acompañada con una imagen de tres agentes en el lugar del suceso. En la página siguiente, y como les digo enfrentada a la anterior, una fotografía grande de un oso para ilustrar la promoción de un libro sobre el parque cántabro de la naturaleza de Cabárceno. La Guardia Civil busca el oso y está ahí, en la página de al lado. Enigma resuelto después de esta colaboración del diario con la Benemérita. Somos así y los caprichos de la paginación, también.

Pero nuestra ayuda jocosa e inintencionada seguro que al Cuerpo no le hace falta, que como dice Camba en 'Haciendo de República' y que recoge Lorenzo Silva en 'Recordarán tu nombre': «la Guardia Civil era una de las pocas cosas que funcionaban bien en España. Al español no le gusta que las cosas funcionen bien, porque si las cosas funcionan bien él tendrá que funcionar bien a su vez, y este sistema no le ofrece ventaja ninguna». También Besteiro le dijo a Azaña que la Benemérita funciona y es muy útil para quien detenta el poder.

Pasan cosas en los periódicos y en las ferreterías, claro, pero en la Guardia Civil el azar no es su divisa . Y el oso lo sabe, aunque se pavonee en la página de al lado.