Pacto social
Hoja de calendario ·
«Las voces populares en contra son, pues, aspavientos y manipulaciones de cara a la galería que los empresarios, gente curtida en el esfuerzo, no debería consentir»pedro villalar
Miércoles, 17 de noviembre 2021, 07:12
La reforma laboral de Rajoy, ideada con criterios neoliberales para remontar una gran crisis económica y financiera, incluyó algunos elementos que los sindicatos no podían ... aceptar, entre ellos el fin de la ultraactividad -con lo que los trabajadores quedaban totalmente desamparados al vencer sus convenios- y la prevalencia de los convenios de empresa sobre los de sector, con lo que desaparecía de facto el derecho de negociación colectiva, que tiene fundamento constitucional y que está en la base de uno de los derechos consagrados por las legislaciones internacionales. Como es natural, los sindicatos se quedaron fuera del acuerdo. En cambio, los empresarios, aplaudieron calurosamente las medidas, que abarataban el despido y les entregaban herramientas para reducir los costes laborales, aun mermando la posición de los asalariados.
Ahora, los empresarios se han negado a aceptar tanto una ligerísima subida del SMI cuanto la elevación también ligerísima de las cuotas de la SS (0,6 puntos, de los que inicialmente el empresario pagaría 0,4% y el trabajador el 0,2%, pero finalmente serán porcentajes del 0,5 y del 0,1), y los partidos conservadores han puesto el grito en el cielo, han hablado de que «se ha creado un nuevo impuesto al trabajo» y han criticado al Gobierno por no haber respetado el pacto social.
Lo que este Gobierno persigue, en consonancia con la UE, es generar un sistema de reequilibrio generacional, después de que el PP se gastara los más de 60.000 millones del fondo de reserva que nutrió sobre todo el Gobierno Zapatero. Las voces populares en contra son, pues, aspavientos y manipulaciones de cara a la galería que los empresarios, gente curtida en el esfuerzo, no debería consentir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión