Lo imposible
«Hay mucho miura que amenaza la estabilidad y la convivencia»
De todos es conocido que el carácter de esta tierra es recio y austero. Que cuesta entrar, pero que una vez que te han abierto ... los brazos ya no te dejan escapar. Nadie puede negar que Valladolid ha sido, es y seguirá siendo una ciudad de acogida y, aunque algunos se empeñen, aquí no se han dado pasos atrás. De hecho, más bien podríamos decir que se sigue un rumbo fijo, tal vez alumbrados por un patrón que hoy sume a los vecinos de la capital en una fiesta para recordar al santo de los imposibles.
Inspirarse en la santidad no está de más, sobre todo porque en San Pedro Regalado uno encuentra valores en peligro de extinción como la humildad y la sencillez. Se le atribuyen milagros como la levitación o el estar en dos lugares a la vez, de esto saben mucho quienes practican a diario la conciliación familiar. Pero hay una hazaña que fascina. Se le reconoce el haber podido calmar a un toro bravo que aterrorizaba a la población. Trasladada la proeza a nuestros días, hay mucho miura que amenaza la estabilidad y la convivencia. Por eso, no está de más aprovechar este día para invocar a San Pedro Regalado para que atempere a aquellos que, desde la soberbia, pretenden embestir al orden constitucional.
El coso nacional no está ni para más experimentos ni para más intrigas. Y es que al echar la vista atrás, uno se da cuenta de que a veces lo imposible se hace realidad y sino que se lo digan a Pedro que también se ha regalado.
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