Justicia
Algo que decir ·
«Cualquier cosa menos pensar que, por azares de la Ley y la Justicia, los autores de esta infamia pudieran salir en poco tiempo»
No me gusta la cadena perpetua y por eso me rechina la nueva figura de nuestro Código Penal: prisión permanente revisable, una manera delicada ... de no llamarla por su nombre. Pero, lo que son las cosas, hoy me alegro de que exista y de que se la hayan aplicado al novio de la madre de Sara y 25 años a ella, penas que no van a regenerar a ninguno de los dos pero que deberían mantenerlos mucho tiempo entre rejas sin que los echemos en falta. Por si acaso quedaba alguna duda sobre la extrema gravedad de sus actos, el jurado popular se mostró en contra de aplicar a tan malvada pareja los beneficios de la remisión condicional de la pena y la concesión del indulto, decisiones que aplaudo sin reservas.
Dicen que en el trullo hay mucho malaje 'justiciero' con los que cumplen condena por casos tan lacerantes como éste y otros similares. Francamente, no creo en la llamada justicia carcelera porque dudo mucho que los reclusos sean los más adecuados para impartir nada: ni ejemplos, ni castigos. Más efectivo me parecería la aplicación a Davinia y a Roberto del «tratamiento Ludovico», de 'La Naranja Mecánica', que consistía en proyectar a los asesinos varias películas sobre actos violentos obligándolos a permanecer siempre con los ojos abiertos. Cualquier cosa menos pensar que, por azares de la Ley y la Justicia, los autores de esta infamia pudieran salir en poco tiempo.
Repito: no me agrada la perpetua, pero, chico, qué quieres que te diga…
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