Con 'V' de Valencia, no con 'P'

Quien esperara que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible fuese a anunciar como gran primera medida de su departamento algo vinculado a su tierra castellana y leonesa, se ha quedado con las ganas. «Es que el puerto de Valencia ya estaba previsto», le dijo a este cronista un dirigente del PSOE de Castilla y León. «¡Ah! Y la autovía Valladolid-Soria, ¿no?»; y «La Valladolid-León, ¿tampoco?» se llevó como respuesta. Seguro que no necesitan 1.500 millones juntas y conectan el Valle del Duero con el del Ebro, la primera, y el norte de España con el centro y sur, la segunda.

Ha sido subirse al coche oficial el ministro 'Porque yo lo valgo' Puente y olvidarse de su tierra. «Es que es ministro de toda España», le recalca al cronista otro dirigente del PSOE regional. «Y Castilla y León, ¿no es también España?», recibió por respuesta. No, no ha habido gesto inmediato de Puente con su tierra. Se ha ido pitando. En su toma de posesión, pese a haber presentes en ella dirigentes y personal que había trabajado con él en el Ayuntamiento de Valladolid y el partido provincial ni siquiera les mencionó. Y se quedaron atónitos cuando el único que recibió una palabra pública de afecto fue un exsecretario de Alcaldía.

No ha caído en saco roto aquello en el ánimo de los socialistas castellanos y leoneses, y menos en el de los de Valladolid, cabizbajos que andan porque se temen que a este paso y con este hacer puentista en el arranque ministerial cuando el PSOE quiera aspirar de nuevo a dirigir el Ayuntamiento de la capital del Pisuerga las ranas puede que peinen canas. Todo lo contrario que la ministra de Igualdad, también vallisoletana, Ana Redondo: ha faltado tiempo para que le empiecen los homenajes. Anteayer en Boecillo se reunieron con ella dirigentes y trabajadores del partido de su etapa en las Cortes de Castilla yLeón. En los preparativos del almuerzo –a escote, claro– se planteó que también fuese invitado el ministro 'Porque yo lo valgo' Puente, posibilidad que fue cerrada por uno de los organizadores. «No fue procurador», zanjó.

Con esta falta de gestos en el arranque gubernativo y lo que le está pasando al PSOE federal, con lo humillante que es que los independentistas le marquen la agenda, incluyendo hasta cuándo se tiene que hacer la foto con Puigdemont y qué ayuntamientos tiene que entregar a Bildu, como el de Pamplona, el desconcierto y el desánimo se ha adueñado de las filas socialistas en toda España.

Más aún en Castilla y León donde los nombramientos que está empezando a haber no ayudan a consolidar la más mínima opción de defender con convencimiento lo que hace Sánchez. Basta con ver la llegada mañana a la Delegación del Gobierno de Castilla y León del leonés Nicanor Sen. ¿Por qué un leonés? Porque Luis Mariano Santos, el procurador de UPL y regidor de Cistierna que sustituyó a Sen al frente del Ayuntamiento en mayo (¡Ironías de las urnas!) clamó al conocer que Puente y Redondo serían ministros: «El PSOE de León no pinta nada». Así que, deprisa y corriendo, un leonés a la Delegación, nombramiento que muestra una vez más que Luis Tudanca es secretario regional del PSOE pero no líder, porque se enteró cuando el resto de mortales de estas tierras. Un nombramiento que buscaría equilibrios, algo muy complicado, entre el PSOE de Valladolid y el de León. ¿Cómo nivelar esa balanza si en un platillo pones dos ministros y en el otro solo un delegado de Gobierno y al servicio de ellos?

Los sonidos que se cruzan estos días en la política regional llevan también otra 'V', la de Valladolid. De esta ciudad es el presidente del Poder Judicial, Vicente Guilarte, que ha empezado a plantar cara al Gobierno de Sánchez por los indecentes desmanes de los independentistas contra los jueces. Y de Valladolid es Miguel Ángel Rodríguez, MAR, director de Gabinete de la presidenta de Madrid, Díaz Ayuso, con la que se enzarza en las redes sociales el ministro 'Porque yo lo valgo' Puente. Atentos a las subidas meteóricas, como la de Puente. Un refrán muy castellano advierte: Cuanto más alto se sube...