Crímenes que no prescriben
El Tribunal de La Haya aguarda pues a los responsables de un horror planificado y origen de la ofensiva del Gobierno israelí contra la población de Cisjordania
No por conocidos resultan menos estremecedores los crímenes de guerra y contra la Humanidad cometidos el 7 de octubre por cinco grupos palestinos, liderados por Hamás, en kibutz, cooperativas, ciudades y festivales de música de Israel, según describe el informe de Human Rights Watch publicado ayer. En 252 páginas, y en línea con anteriores trabajos de la ONU, la organización de derechos humanos recoge «cientos» de ataques a civiles, asesinatos de detenidos, agresiones sexuales, uso de escudos humanos, pillaje y la toma de unos 250 rehenes. La extensión de esta violencia «probablemente no se conocerá nunca», advierte la ONG, que recuerda que se trata de delitos imprescriptibles bajo el derecho internacional. El Tribunal de La Haya aguarda pues a los responsables de un horror planificado y origen de la ofensiva del Gobierno israelí contra la población de Cisjordania y contra 2,4 millones de civiles de Gaza, que en nueve meses ha matado a 38.700 personas y llevado la destrucción a la Franja. La magnitud del daño causado debería bastar para desbloquear las negociaciones, recuperar a los cautivos supervivientes y acordar de una vez un alto el fuego duradero.
