Auditoría al sexismo de Ábalos
La auditoría contable anunciada por el presidente Sánchez debería incluir otra de carácter moral sobre cómo fue posible el ascenso de un machista como Ábalos
Los tentáculos de la hidra en que se ha convertido lo que primero fue 'el caso Koldo García', luego la imputación del exministro José Luis Ábalos y ahora la implicación de Santos Cerdán se extienden no solo a las presuntas mordidas cobradas por amañar obras públicas. Lo que se ha ido desvelando de la causa y, sobre todo, los audios intervenidos a Koldo que cimentan el informe de UCO contra Cerdán, proyectan una manera de concebir el servicio público y de desenvolverlo en la vida privada insufribles para una democracia que debe ambicionarse sin mácula. Y ahí suscita un singular asqueo la desinhibida desvergüenza con que Ábalos y su hombre para todo se reparten mujeres, según se escucha en una de las grabaciones, para su disfrute sexual bajo pago.
El partido que lidera un Gobierno que hace de su identificación como feminista una de sus divisas y que se declara abolicionista de la prostitución no solo debe esforzarse en limpiar la mancha que el comportamiento de quien fue su número tres y se sentó en el Consejo de Ministros representa para la defensa de la igualdad aún por alcanzar con plenitud como salta a la vista. La auditoría contable anunciada por el presidente Sánchez debería incluir otra de carácter moral sobre cómo fue posible el ascenso de un machista como Ábalos.
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