Anémico avance europeo
Tranquiliza el alejamiento del fantasma de una recesión severa y la fortaleza del empleo, que seguirá sosteniendo el consumo de las familias
Las previsiones de la Comisión Europea auguran una etapa de modesto crecimiento económico al menos hasta 2025, cuando la inflación se acercará por fin al objetivo del 2% fijado por el BCE. El anémico avance en la Eurozona –un 0,6% este año– rebotará un punto en ese periodo, mientras nuestro país, con un comportamiento actual más sólido, registrará una desaceleración de siete décimas el próximo ejercicio, hasta el 1,7%, y alcanzará un 2% el siguiente. Tales estimaciones confirman que la fuerte subida de los tipos de interés, en la que no se vislumbran pasos atrás a corto plazo, empieza a ofrecer resultados en el control del IPC y los seguirá dando, pero a costa de un apreciable enfriamiento de la actividad que llevará tiempo superar.
Tranquiliza el alejamiento del fantasma de una recesión severa y la fortaleza del empleo, que seguirá sosteniendo el consumo de las familias. Por contra, inquieta que el debilitamiento del pulso de la economía pueda agudizarse por el eventual deterioro de un panorama internacional sometido a una enorme incertidumbre, entre otros factores por las guerras de Ucrania y Gaza y sus posibles derivadas en los precios energéticos o el comercio.