División en el fútbol
Editorial ·
LaLiga es incapaz de encontrar la zona de consenso con los grandes clubes, siempre reacios a embarcarse en iniciativas que no lideren
El fútbol español, como en el resto de los países, ha sufrido económicamente con la pandemia ya que, aunque se ha podido jugar a puerta ... cerrada y generar los derechos de sus retransmisiones televisivas, la ausencia de público ha generado unas pérdidas irrecuperables. Según la UEFA, la crisis costará 8.000 millones en dos temporadas. Ante esta situación, el fondo CVC Capital Partners ha ofrecido una aportación económica: el proyecto LaLiga Impulso consiste en una línea de crédito de 2.668 millones de euros a los 20 clubes de Primera División y 22 de Segunda, a devolver a bajo interés durante 40 años a cambio del 10,95% de los beneficios de LaLiga en los próximos 50 años.
CVC ya había realizado una oferta semejante a los 22 clubes de la primera división italiana, aunque la cantidad ofrecida era menor, de 1.700 millones de euros; la propuesta no prosperó porque se negaron siete clubes, encabezados por la Juve y el Inter de Milán, ambos incluidos en el proyecto de Superliga que lanzó hace unos meses, de momento sin éxito, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y al que se sumó también el Barcelona. La idea está ahora a la espera de mejor ocasión.
Desde el primer momento, el Real Madrid se opuso frontalmente a la oferta de CVC, que enajenará una parte significativa de la autonomía de los clubes durante medio siglo, y anunció acciones civiles y penales; el Barça se ha sumado a esta negativa, y asimismo la Federación Española de Futbol ha anunciado medidas jurídicas. Para sortear el escollo, LaLiga profesional, comandada por Javier Tebas, y CVC han cambiado su oferta de forma que quedarán intactos los derechos de los clubes que no se hayan adherido a la operación: Madrid, Barcelona, Athletic y Oviedo.
Los dos grandes de la liga española no se conformarán sin embargo con esta solución de compromiso al considerar el club blanco que «se regala a unos inversores el futuro de 42 clubes usando una estructura engañosa» y el azulgrana que la operación no ha sido suficientemente contrastada con los clubes; que su importe «no es congruente con los años de duración, y que queda afectada parte de los derechos audiovisuales de todos los clubes para los próximos 50 años». En definitiva, las instituciones que gestionan el fútbol español no parecen encontrar la zona de consenso con los grandes clubes, celosos de su autonomía y en absoluto dispuestos a embarcarse en iniciativas que no lideren.
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