Congelarse 95.771 euros
LA ESPITA ·
«La protesta de los hosteleros esta semana frente a las Cortes muestra las dos Castilla y León que hay: la de los castigados por la crisis y la de los políticos, acomodados sin rubor»
Nada representa más y mejor en este momento el alejamiento de la clase política de la realidad social que el mastodóntico edificio, con su desmesurado ... cubo de alabastro, que alberga el hemiciclo de las Cortes regionales en la avenida de Salamanca de Valladolid. Unas horas antes de que se aplicase el cierre por, de momento, otros 15 días en lo que va de año de bares y restaurantes, sus trabajadores y propietarios no dudaron en plantarse ante el templo de la industria política de Castilla y León. Sí, han leído bien: industria política (expresión acuñada y magistralmente ideada por el profesor Gay de Liébana).
Los integrantes del sector de la industria política española están muy bien pagados. En cualquiera de sus subsectores: el parlamentario nacional, donde diputados y senadores, que no saben lo que es ganarse el pan con el sudor de la frente, no salen al mes de media por menos de 5.500 euros, aparte desplazamientos, teléfono, etc; el seubsector de los ejecutivos, en sus vertientes nacional, autonómica, comarcal, provincial y local, que en los altos rangos añaden a los 5.000-6.000 euros/mes un coche oficial, con chófer, escoltas teléfono y ordenador portátil; y el subsector parlamentario autonómico, con 17 réplicas. Ante este subsector de la industria política protestaron el jueves los hosteleros.
En ese subsector de la industria política que en Castilla y León se recluye en el edificio de las Cortes se sientan cómodamente, sin rubor, 3 políticos del PSOE, otros 3 del PP, 3 de Ciudadanos y 1 de Podemos que cobran cada uno al año 95.771 euros (73.211 de sueldo, 22.560 de sobresueldo para gastos y, aparte, teléfono, ordenador, gabinete, personal de apoyo y, algunos, coche oficial). Se sientan otros 5 del PSOE, 2 del PP, 2 de Ciudadanos y 1 de UPL que ganan al año 90.491 euros (73.211 de sueldo, 17.280 de sobresueldo para gastos, aparte teléfono, ordenador y personal de apoyo); otros 3 (2 del PSOE y uno del PP) cobran anualmente 59.648 euros. El resto de procuradores, 58, cada vez que les citan a las Cortes –con argumentos muchas veces peregrinos y para estar en ellas no más de dos horas– cobran por día 220 euros, kilometraje aparte y, además, reciben cada mes parte (bastante) de los 7.510 euros que llegan ¡al mes! por ellos a sus grupos políticos. Dinero que también se abona a sus grupos por cada uno de los que cobran sueldos y sobresueldos anuales. Como ven, una industria muy boyante para los partidos y los políticos. Muy boyante.
Ante la sede central de esa industria en Castilla y León (hay otras sedes: todas las de la Junta, con sus consejerías y empresas públicas, las de las instituciones propias de la comunidad, los ayuntamientos grandes y las diputaciones), se manifestaron el jueves los hosteleros y se puso de manifiesto que hay dos Castilla y León: la de los castigados por la crisis y la de los políticos, acomodados sin rubor en escaños y despachos.
«Los parlamentarios con sueldo en las Cortes, que cobran las retribuciones más altas de la clase política de Castilla y León, han anunciado que se las congelarán para 2021»
Pues bien, la Castilla y León de los castigados por la crisis, a la que cada día ponen cara miles de parados que van engrosando las listas del Ecyl al perder el trabajo porque la la covid-19 está mostrando ya la cara más amarga y dura, mandando al desempleo a miles de personas, esa Castilla y León de los castigados el jueves tuvo que soportar que sus señorías bien pagadas hayan decidido que para el año 2021 se van a congelar los sueldos. Pero, claro, sueldos anuales de 95.771 euros, de 90.491 euros o de 59.648. ¿Pensarán los políticos de Castilla yLeón que la sociedad va a recibir como un gesto solidario que se congelen esas escandalosas retribuciones? Ni aunque se las hubiesen bajado se recibiría como algo plausible. A esos niveles de ingresos de dinero público, que sale de los impuestos de cada uno de los administrados, congelarse el sueldo sigue sonando políticamente pornográfico.
Claro que, bien pensado, a lo mejor los políticos de las Cortes y de la Junta están a tiempo de congraciarse con los miles de pequeños y medianos empresarios que han cerrado sus negocios por culpa de la crisis, que los van a tener que cerrar o que van a tener que malvivir mientras la covid-19 siga haciendo estragos. Si en marzo hubo 6 millones de euros del erario regional para adelantarlo a fondo perdido a Televisión Castilla y León (de los 21 que le llegan al año) y sus dos empresarios de cabecera, ¿no va a haber dinero para adelantar, también a fondo perdido, a miles de pequeños empresarios a quienes 12.000, 20.000 o 40.000 euros les salvaría el negocio y les permitiría seguir dando de comer a sus familias? Son cifras que nada que ver con los 6 millones de la tele privada regional que nos tratan de hacer pasar como de servicio público. Hablan de habilitar 73 millones para miles de empresarios; 21 millones les dan a los dos de La 7 y La 8 de TVCyL.
¿Hay o no hay dos Castilla y León? Sí, y las alientan PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos, UPL y Vox: que no les falte una tele aunque miles de familias no tengan qué comer.
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