Baratija
«Hay jardines que parecen selvas, bordillos cascados o que han dejado de existir sin que nadie se tome la molestia de reparar lo que nos costó un pastón a todos los ciudadanos»
Si la memoria no me falla, el Parque de Boecillo fue el más importante de la región, y en él se albergaron durante años mogollón ... de empresas. Incluso llegó a ser el lugar elegido para aquella fábrica de aviones que iba a competir en empleo con la Renault pero con alas, anunciada a bombo y platillo por las autoridades de la Junta y que ya nadie espera. Aunque no lo he frecuentado mucho, el recinto llegó a ser un vivero en el que todavía resisten decenas de empresas de base tecnológica, cuyos accionistas y trabajadores llevan tiempo denunciando el abandono. Mucho antes de esta degradación, la última vez que acudí a cubrir un incendio, creo que de Crystal Pharma, sus viales y parterres seguían inmaculados incluso después de que los bomberos hubieran extinguido las llamas. Pero aquella joya de la corona se ha ido degradando sin que las administraciones que lo rigen ni los empresarios asentados allí parezcan dispuestos a mantenerlo.
Me cuentan, a modo de anécdota, que hay jardines que parecen selvas, bordillos cascados o que han dejado de existir sin que nadie se tome la molestia de reparar lo que nos costó un pastón a todos los ciudadanos. O sea: que entre la crisis que arrasó con numerosas industrias que apostaron por el lugar y el lamentable estado en que se encuentra, el tesoro se ha convertido en baratija.
Para animar un poco el cotarro, los trabajadores de una empresa informática del parque empezaron ayer una huelga. Éramos pocos…
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