Aparentemente humanos
Después de las palabras ·
Pese al optimismo tradicional de los científicos, la mente sigue siendo un secreto indescifrablePsicológicamente considerados, somos animales en vías de extinción, nuestra mente suple cada día con mayor eficacia los sentimientos y emociones, que tal vez acaben por ... ser innecesarios para el nuevo humano-androide. Un androide puede ser un humano que ha usurpado el carácter de su vivir y lo ha suplantado por una mente cibernética de humana apariencia. No se diferencian de las personas, de hecho son humanos.
Androides con apariencia humana que proliferan por doquier y se adueñan con sigilo de instituciones, familias y personas, no para establecer el nuevo orden del mundo, sino para fundar el nuevo vacío humano. Androides que, sin dejar de ser humanos, son ya otra cosa con otros intereses, tienen otros objetivos racionales ajenos a la pura emoción de sentirse vivos. Estos androides no son seres extraños venidos de otros mundos; puedes ser tú mismo, cualquiera de nosotros, yo mismo.
Cito a los nuevos androides, y matizo que, al referirme a esa moderna especie de humanoides, no pienso en los posibles sustitutos del ser humano, sino en lo que de androide habita ya en nosotros como inquilino molesto y dispuesto a usurpar la propiedad de la casa y la personalidad del casero. El androide también habla, no cesa de vendernos su mercadería de tecnicismos y diversas jergas de lenguajes futuribles, pero tampoco le creemos, su aparente mundo nuevo no nos seduce tal como lo pronostican los profetas del bienestar. El androide es otro incomprendido que se suma al cortejo humano con escalofriante naturalidad.
Pese al optimismo tradicional de los científicos, la mente sigue siendo un secreto indescifrable. La inteligencia artificial, tan en boga, no es más que una simulación robótica de la mente humana. Los robots no sueñan, no son conscientes de que simulan pensamientos, no reconocen la belleza estética de sus propias formas y funcionamiento, no saben que son bellos, no saben que sus creadores los admiran.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión