Desde la portería se ve cómo el balón se acerca con una curva perfecta, alejándose primero rumbo al córner para después rectificar bruscamente en el ... aire y enfilar la escuadra. El modo más diabólico de trazar una diagonal. El camino más largo y más enrevesado hacia un golazo, que lo es, asentimos los cuatro que en ese momento miramos la pantalla del centro comercial. La única de las doscientas 4k, 8k, mogollón de pulgadas y sonido (suponemos) apoteósico que tiene sintonizado el partido de España.
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–También es que la portera es pequeña –dice entonces uno de mis compañeros casuales de visionado.
Porque juega España, sí. Pero España Femenina. Y la que ha soltado el latigazo desde la frontal es Claudia Pina, que habría marcado ese golazo al propio Courtois, porque el tiro ha sido perfecto. A 98,6 km/h., dice el As. Y España, que acabará ganando 6-2, suma 11 goles en dos partidos de torneo y un sinfín de jugadas de mérito, además de exhibir talento a chorrón. Pero, ay, son chicas. Por eso quizá los bares de alrededor prefieren poner otro canal y aquí estamos, en la planta de las teles de unos grandes almacenes.
Esto es una competición de fútbol. Una Eurocopa.Y en fútbol femenino España es una potencia mundial. Una selección con dos balones de oro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, otra que debería serlo,Mariona Caldentey, en la que no se ha convocado a Jennifer Hermoso y es suplente Salma Paralluelo porque una tal Vicky López, casi una recién nacida, es Oliver Atom con trencitas. No ganarán siempre, pero es un gustazo verlas jugar al fútbol. Perdón, Fútbol. Y tratar de restarles mérito atufa a 'eau de machirulo rancio' y es tan absurdo como negar que lo de Claudia Pina es un golazo sin un pero.
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