Sí, no y lo contrario
La aventura humana ·
«Si la debacle continúa, como es previsible, los representantes en Castilla y León de la formación naranja pueden pasear su vanidad por las instituciones»Aquienes acuden a un supermercado a consumir les sucede lo mismo que cuando les convocan a una votación política: rastrean en las ofertas a ver ... quién da más por menos. Ambas incursiones tienen trampa, porque es bien sabido que nadie da duros a cuatro pesetas. En la tienda el trueque no está nada claro, tampoco en la oferta electoral. A diferencia de lo que sucede en los colmados, las palabras de los políticos no valen un solo euro. Suelen vender humo y algunos lo adquieren. Con el correr de los días, se dan cuenta de que lo han comprado no se corresponde con la oferta y, claro, en ese punto ya es demasiado tarde para devolver el producto. O tal vez no.
Albert Rivera es un ejemplo de todo lo anterior. Sus discursos erráticos le están pasando factura y lo reflejan todas las encuestas publicadas durante los últimos días. Ciudadanos se desploma. La bautizada como 'marca blanca del PP' está desangrándose y muchos de los que en su día les votaron hoy vuelven al redil 'popular. Piensan: mejor saber a lo que jugamos. Rivera/Ciudadanos fraguó su tirón electoral en Cataluña, donde obtuvo una cosecha electoral nada desdeñable, en un territorio en el que los de Casado constituyen una mera anécdota. Pero el tiempo ha puesto a cada cual en el lugar que les corresponde y Rivera está tan desesperado que ahora está dispuesto a apoyar a Pedro Sánchez tras las elecciones del 10-N, que colocan al PSOE como claramente vencedor. El líder de Ciudadanos ha reculado, sí, pero ya es demasiado tarde. Aún resuena su rotundo 'no, no, no' a brindar su soporte al presidente en funciones antes de que se disolvieran las Cámaras.
Para más inri, la antigua líder del extinto UPyD, Rosa Díez, se ha adherido a la causa 'ciudadana', un cadáver político que hiede y que no constituye un compañero de viaje atractivo. Si la debacle continúa, como es previsible, los representantes en Castilla y León de la formación naranja pueden pasear su vanidad por las instituciones. Que aprovechen esta legislatura para sacar pecho y pavonearse por ahí. Luego se extinguirán, como los dinosaurios.
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