El grupo de WhatsApp que salva ganaderías: «Lo que no hace la Junta lo hacen los paletos, como nos llaman ellos»
Más de 200 ganaderos y transportistas se coordinan por canales de difusión para que los ganados no pasen hambre en La Valdería
Diego Nicolás Alonso
Jueves, 21 de agosto 2025, 17:28
La solidaridad del campo leonés sigue sin cansarse. Tras los graves incendios que han arrasado la zona de la Valdería y dejado sin pastos a decenas de ganaderías, un grupo de ganaderos ha creado una red improvisada a través de WhatsApp para enviar camiones de paja a quienes lo han perdido todo, salvo sus animales, informa Leonoticias.
Detrás de esta red solidaria hay un nombre propio: Sonia Llamas, natural de Ayoo de Vidriales (Zamora), aunque actualmente trabaja en Tarragona como técnica de laboratorio y gestiona todo desde allí. Todo comenzó cuando su amigo Víctor le pidió ayuda para su vaca Lola: «La Lola no se puede quedar sin comer», dijo Sonia. Movió cielo y tierra, hizo decenas de llamadas a la Junta de Castilla y León y a las diputaciones de León y Zamora, pero apenas obtuvo respuesta. Ante la falta de soluciones oficiales, decidió organizar un grupo de WhatsApp para mover y dirigir un poco la ayuda y en pocos días ya suma a más de 200 agricultores y transportistas dispuestos a colaborar.
No es la primera vez que se vuelca en unas catástrofes como los incendios de León o Zamora. Ha estado en la DANA de Valencia y también en los incendios de la Sierra de la Culebra, siempre intentando coordinar ayuda sobre el terreno. Por eso habla con contundencia: «Lo que no hace la Junta de Castilla y León lo están haciendo los paletos, como nos llaman ellos». Y lo cierto es que, gracias a su empuje, toneladas de paja están llegando a la Valdería y cientos de animales tienen garantizado alimento tras perder todo su pasto.
«El transporte es lo más complicado»
«He donado ya unos tres camiones, alrededor de 50 toneladas. La paja es del año pasado pero está perfecta», explica Raúl Benéitez, de Agrotoldanos (Toldanos), uno de los primeros ganaderos en sumarse. Para él, el problema no es tanto la voluntad de ayudar como la logística: «El transporte es lo más complicado. Desde aquí nos queda muy lejos ir con los tractores. Por eso Sonia creó también otro grupo con transportistas. En cuanto encuentran uno disponible, se pone en contacto con nosotros y organizamos la entrega».
El destino de esos camiones es la Valdería, donde se descarga toda la paja. Desde allí, los vecinos la reparten con tractores entre las explotaciones que más lo necesitan, ya sean de vacuno u ovino. «Lo que mandamos hoy era para un chico que tiene ovejas y se le quemó todo. Esto es ayudar al que peor lo está pasando», señala Benéitez.
Una experiencia parecida vive José Manuel Pérez, de la Ganadería Pecas en Villaquejida, que ya ha donado un tráiler de 15 toneladas y prepara otro más. «El transporte es el gran problema, pero la voluntad está. Todos queremos arrimar el hombro porque sabemos que mañana podríamos ser nosotros los que lo necesitemos», asegura.
La paja, que este año se mueve entre los 30 y 50 euros por tonelada, se ha convertido en un recurso vital para evitar que cientos de animales se queden sin alimento tras el fuego. Los ganaderos subrayan que todo este movimiento nace de forma espontánea, sin asociaciones ni instituciones de por medio. Solo un grupo de WhatsApp, la buena fe y el compromiso de quienes viven del campo.
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«Se agradece muchísimo. Nada más cargar el camión, se manda la foto y el grupo responde con gratitud», cuenta Benéitez. Un gesto sencillo que se multiplica en un momento en el que la Valdería lucha por salir adelante.