«Falta mucha conciencia ambiental en nuestra sociedad»
La doctora de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la ULE advierte de la delicada y complicada situación para recuperar las tierras calcinadas por los fuegos que asolan la provincia
«Ojalá fuese menos, pero mucho me temo que se necesitarán varias decenas de años para empezar a considerar esas zonas incendiadas como recuperadas», afirma Ana Belén Berasategui, profesora en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales en la ULE, a este medio. Los fuegos que arrasan y calcinan la provincia de León han quemado más de 7.000 hectáreas, y desalojado a varios pueblos de la comarca de El Bierzo y otras localidades de la vecina provincia de Zamora. «El fuego afecta enormemente a la parte más superficial del suelo, que retiene las partículas del mismo y evitan la erosión», añade, «mejorando las condiciones para que otros seres vivos puedan desarrollarse», tal y como explica a Leonoticias.
Fernández Salegui destaca, asimismo, que «tras un fuego, no solo existe una alteración a nivel biológico, también se producen cambios físicos y químicos en los suelos por la acción del fuego». Las raíces de las plantas y el micelio de los hongos son las redes existentes bajo el suelo, y son los que se encargan de la retención de las partículas que conforman el terreno. Es por ello que, con la acción del fuego, «se pierde en gran medida esta capacidad de retención de las partículas», que también «ayudan en gran medida a evitar la erosión». Cuando llegan las lluvias, el agua arrastra las cenizas y los nutrientes, dificultando y complicando la recuperación de la tierra.
Los daños provocados por el fuego en el suelo
Cuando un fuego se produce, devora las plantas, árboles, escobas y numerosos elementos vegetales que encuentra a su paso. Arrasa con todo. «Las plantas son el elemento más visible, lo que más nos llama la atención en cualquier ecosistema», expresa la bióloga. Sin embargo, considera que «el suelo es el mayor olvidado en la mayoría de las ocasiones». Esto se debe, principalmente, a los nutrientes y organismos esenciales que se encuentran en él y, que son muy necesarios para el desarrollo de numerosos organismos presentes en el ecosistema.
De hecho, la disposición del suelo, húmedo o seco, es otro factor muy relevante. ¿Por qué? Principalmente, se debe a la intensidad y la severidad del incendio, junto con la velocidad a la que se desplace y la temperatura que haya adquirido. «Las temperaturas que se alcanzan mientras el suelo mantiene algo de humedad, o en fuegos rápidos, de copas, no son demasiado elevadas», asevera la experta medioambiental. «La mayor afección», prosigue, «se produce en los primeros milímetros/centímetros, que siempre son los más afectados
Sucede que los cambios que se originan en los suelos secos son mucho mayores, no solo desde el nivel biológico, sino también físico. Ana Belén Fernández Salegui destaca que los cambios o alteraciones que se producen son importantes, destacan entre ellos. la disminución de la materia orgánica, el cambio en el PH o la pérdida de la estructura. «En muchas ocasiones se produce una disminución de la permeabilidad al agua y alteración de la hidrología, lo que ocasiona daños directos e indirectos aumentando el poder erosivo del agua de escorrentía», destaca la doctora.
¿Se pueden volver a regenerar los ecosistemas?
Regenerar los ecosistemas. «Depende de las temperaturas alcanzadas», afirma la experta medioambiental. Además, los daños son muy diferentes dependiendo de los ecosistemas. «Si se pierde la cobertura vegetal, se pierde en gran medida el aporte de materia orgánica, aumenta la erosión y disminuye la capacidad de retención del agua, por lo que si no se trabaja específicamente a ese nivel, efectivamente la recuperación puede ser muy complicada», comenta la docente de la ULE. Igualmente, insiste en que «los ecosistemas no están conformados por elementos aislados, sino por redes que presentan numerosas interconexiones entre esos elementos. Especialmente, plantas y hongos presentan estructuras resistentes, lo que hace que se puedan recuperar tras un plazo que puede variar según especies».
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Lamentablemente, la recuperación de los ecosistemas leonesas será tardía y prolongada en el tiempo. Un fuego de estas magnitudes e intensidades «va a necesitar mucho más tiempo», comenta Fernández Salegui. «La naturaleza empieza su reconstrucción al minuto siguiente del incendio, pero se necesita mucho tiempo para que espacios, como los que han ardido estos días en nuestra provincia, recuperen su estado y se asemeje al de hace una semana».
«Falta mucha conciencia ambiental en nuestra sociedad»
Hay que prevenir y trabajar para evitar este tipo de situaciones. «La vegetación no es basura», resalta la experta medioambiental. «A los que dicen que hay que limpiar el monte, espero que se refieran a la basura en forma de plásticos, latas, botellas y no a los prados y matorrales». El fuego se ve y, a lo lejos, se divisa el humo que avanza poderosamente entre las tierras, dejando cenizas y devastación a su paso. «Falta mucha conciencia ambiental en nuestra sociedad». Se debe «trabajar desde el conocimiento y sin presiones políticas ni económicas», concluye Ana Belén Fernández Salegui. Renacer de las cenizas: más allá del fuego. No es un mito, sino una necesidad.