Fermín Guerrero: «Algo me sentó mal, o algo me han echado en la bebida»

El 'misterioso Fermín' esconde un secreto que se extiende durante 20 horas, las que transcurren desde que finalizara una comida de trabajo junto a su compañero en la causa por el crimen de Isabel Carrasco, José Ramón García García, hasta que fue localizado en el entronque de las calles Fray Luis de León con Fernández Ladreda.

20 horas abiertas a todo tipo de especulaciones. «Cuando fue localizado por los agentes se disponía a sacar dinero de un cajero«, se advirtió en la jornada de ayer, 48 horas después de que el amplio dispositivo policial lograra su localización.

Fermín llevaba gafas de sol y dejaba ver una cierta desorientación.

- «¿Es usted Fermín Guerrero?», le preguntó uno de los agentes de la Brigada Especial de la Policía Local de León.

- «Sí», se limitó a responder.

- «¿Pero no sabe que le está buscando todo el mundo?», preguntó a renglón seguido el policía.

No hubo respuesta, sólo un gesto con aparente aire afirmativo.

«Estaba como desorientado», han remarcado fuentes de este propio cuerpo policial.

A continuación el intendente jefe de la Policía Local, Martín Muñoz, ordenó que no se le dejara coger su vehículo y se procedió al traslado del mismo a dependencias de la Comisaría de Policía Nacional.

Fue una medida preventiva porque, en el caso de que el mediático letrado se hubiera visto sometido a una situación de violencia, en el vehículo podía haber algún tipo de huella o de prueba.

Sin embargo, nada de nada. Nada de violencia, o de situaciones forzosas. Fermín Guerrero, en la antesala del día más importante para la defensa de la también agente de la Policía Local Raquel Gago, se perdió en la noche leonesa por voluntad propia.

«Lo sucedido es personal y voluntario», aseguró con aplomo ante los agentes de la Policía Nacional que en Comisaría, lejos de presionarle o interrogarle, se limitaron a prestarle ayuda atendiendo a que no estaba detenido, ni encausado, ni había sido objeto de una situación delictiva.

- «Simplemente estaba desaparecido, se le ha localizado, y por lo tanto nuestra actuación termina ahí. Ofrecemos nuestra ayuda y colaboración y ahí termina todo», se ha advertido desde ese cuerpo policial.

Fermín, eso sí, pidió evitar al elevado número de periodistas que le esperaban ante comisaría y que querían conocer su punto de vista. En un vehículo camuflado -«Como se hubiera hecho con cualquier otra persona en su situación», se ha advertido- fue trasladado a su domicilio que no es otro que el piso propiedad de Raquel Gago y que se encuentra en el barrio de Eras de Renueva, próximo a un polideportivo con el que cuenta esa zona de la ciudad.

Ese día, tumbado en el sofá, apenas contestó a un par de llamadas y sí tuvo tiempo para enviar un par de whatsapp. Uno de ellos: «Estoy cansado y no quiero hablar, tengo que descansar».

Y descansó, tanto que incluso en la jornada del jueves regresó con el tiempo justo a la Audiencia Provincial. «Llegó tarde, pero llego», aseguró a la quincena de periodistas que le esperaban bajo la lluvia.

Dentro, en la sala de togas, cruzó mirada y comentarios con sus compañeros. Como no podía ser de otro modo todos se felicitaron porque nada hubiera ocurrido y nada hubiera que lamentar.

Eso sí, a la pregunta de qué le había ocurrido su contestación fue escueta y lineal. Nada que pudiera ofrecer una pista sobre lo sucedido, nada que permitiera descubrir la ruta seguida durante esas horas tan largas y tan nocturnas.

Reconoció haber estado en la comida de trabajo y luego «haber tomado algo». Fue más lejos advirtiendo que quizá le sentaron mal unos medicamentos que tenía que tomar y abrió la posibilidad a que «puede que me echaran algo en la bebida».

Estos días Fermín Guerrero descansa en su tierra, Murcia, mientras en León las especulaciones se disparan. Ya ha habido medios que han acudido a diferentes locales nocturnos con su foto para ver si estuvo por allí. Hay respuestas de todo tipo. Mientras, el 'misterioso Fermín' pide tranquilidad y normalidad. «Lo sucedido compete únicamente al terreno personal», también ha sentenciado al mismo tiempo que ha advertido que todo lo ocurrido lejos de romper la relación con Raquel Gago la ha hecho más fuerte.

Expediente informativo

De momento, el Colegio de Abogados de León estudia abrir un expediente informativo por lo sucedido y el presidente de la sala ya le ha abierto una pieza separada para investigar si hay en su actuación una responsabilidad penal que podría conllevar inhabilitación.

Es la otra cara tras una noche 'loca' en el aspecto mediático de la expresión.

A partir de este lunes Fermín Guerrero regresará a la Audiencia Provincial de León para continuar con un procedimiento en el que su defendida se juega desde la absolución hasta 23 años de prisión. De momento, curiosamente, el protagonismo de la defensa sigue estando sobre su persona.

Y él lo intenta evitar. «Lo importante es demostrar la inocencia de Raquel», insiste una y otra vez. Pero en la jornada clave para ejercer esa defensa el efecto de unos medicamentos o «algo en la bebida» ha pospuesto unas declaraciones clave para esa defensa.