Miles de personas dan su último adiós a Roberto Calviño

La iglesia de San Miguel de Laciana se quedó pequeña este sábado para acoger a las miles de personas que este sábado querían dar el último adiós a Roberto Calviño, el minero que falleció en el trágico accidente registrado el pasado miércoles en el túnel de la mina de Cerredo (Asturias), y arropar a la familia y compañeros en estos duros momentos.

Mineros de las cuencas de León y Asturias, también representantes sindicales y el empresario de Minera Astur Leonesa, Rodolfo Cachero, junto a los vecinos de la comarca de Laciana se agolpaban alrededor del templo para asistir al funeral de Calviño, en otras jornada triste y amarga para este castigado sector.

Tras la misa, se oyó el Santa Bárbara Bendita y uno de sus compañeros leyó un poema en honor a él y a su hermano, que también perdió la vida en un accidente minero. La emoció rompió con un fuerte aplauso y todos sus compañeros rodeando el féretro en el interior de la iglesia y que después lo sacaron a hombros. «Han sido tres días muy largos para la familia y los compañeros, en el día de hoy le ponemos fin y a ver si podemos descansar todos, especialmente la familia», señaló el compañero y portavoz del comité de empresa, Luis María Fernández, que apostilló que un accidente como en el que perdió la vida este lacianiego «es lo que menos necesitaba el sector en estos momentos».

«Esto es lo que no tiene solución, el resto de problemas que tiene el sector seguiremos peleando para encontrar una solución y un futuro, pero la muerte de Roberto ya no tiene solución», lamentó Fernández, que entiende que precisamente la situación que atraviesa el sector repercute y, apostilló, «quienes pagan al final todo somo los trabajadores». «Ese es nuestro único privilegio, que sabes cuando entras a trabajar per no cuando sales», recalcó.

El lunes, vuelta al trabajo

El lunes volverán a tajo en Cerredo, según confirmó el presidente del comité, que puntualizó que la zona del túnel donde tuvo lugar el accidente «no va a afectar para continuar con las labores de extracción con normalidad», mientras se investigan las causas del accidente, que ya es un trabajo de la Dirección General de Minas.

«Por desgracia, la vida del minero es esa, el lunes hay que reanudar la actividad con normalidad, tragar saliva y olvidarse de todo lo que aconteció esta semana y buscar la vuelta a la rutina», añadió Luis María Fernández. Así, insistió en la necesidad de aclarar cómo se produjo el accidente porque «se produce en una zona en la que no tendría que haber pasado, una zona bastante segura».