Uno de los vigilantes del tercer relevo vio riesgo de un accidente por metano

La declaración de uno de los dos vigilantes de primera que este lunes han acudido a los Juzgados de León ha resultado "esclarecedora", según se ha asegurado por parte de la acusación ejercida desde la representación de los seis mineros fallecidos en el accidente del 28 de octubre de 2013 en el Pozo Emilio del Valle.

Los dos declarantes, que entraron a la explotación entre el segundo y el tercer relevo de interior, tan sólo han respondido a las preguntas planteadas por el Fiscal, la defensa y el juez, mientras que se han negado a responder a las preguntas planteadas desde la acusación.

Sin embargo ha sido el vigilante del tercer relevo quien ha asegurado en sala que se «veían bóveda en el muro» de la explotación lo que apuntaba un riesgo «evidente», según los representantes legales, por metano.

La «bóveda» en un terreno minero «virgen», según se ha recordado desde la acusación, supone una evidencia objetiva de riesgo y una obligación de eliminar la misma a fin de liberar el gas que se esconde tras ella.

Carga de gas

Esa carga de gas, mantenida en el tiempo y desplazada entre las capas, terminó originando una presión incontenible que habría acabado con la vida de los seis trabajadores de la explotación.

Además la bóveda alcanzaba «varias zonas del macizo» y no sólo el «postaller (la zona que queda a la espalda de los mineros a medida que éstos profundizan en una galería y colocan los arcos para asegurar la zona)» por lo que existe a juicio de esa parte una responsabilidad clara en la empresa.

Los dos vigilantes a lo largo de la declaración reiteraron que este macizo era especialmente problemático por la presencia de gases, extremo contrastado a través de las anotaciones en los libros.

Problemas

El 'Macizo 7' del Pozo 7 de la explotación Emilio del Valle comenzó a ser explotado en los primeros días del mismo mes del accidente y «a partir del » comenzaron las anotaciones reflejando problemas de metano. En concreto la más grave tuvo lugar el día 25 de ese mismo y obligó a salir a los trabajadores.

«Hay anotaciones de metano de 0,9 y algunas que superaban los 1,5, que ya es una situación preocupante», se ha remarcado desde la acusación. Este martes prosiguen las declaraciones con miembros de los equipos de seguridad dentro de las diligencias previas abiertas por este caso.

Este lunes, coincidiendo con la declaración, una "mujer minera" junto a varios familiares de los fallecidos han situado velas con los nombres de los mineros fallecidos en esta tragedia.