Rusia tiembla ante la escasez de combustible y la llegada del invierno
Los ataques ucranianos contra instalaciones energéticas provocan una situación «sin precedentes» y carencia de gasolina y diésel
Rusia es uno de los mayores productores de hidrocarburos del mundo. Es el segundo en extracción de gas y el tercero de petróleo. Sin embargo, ... y como consecuencia de los ataques ucranianos contra instalaciones energéticas, en el país falta gasolina y diésel. A finales de septiembre medios como RBC estimaron que cerca del 38% de la producción de combustible estaba parada. Los últimos ataques ucranianos se produjeron el 7 de octubre contra instalaciones de Tiumén, en la Siberia Occidental. Según algunos medios rusos cerca de 28 refinerías han sufrido ataques desde agosto de este 2025. Aunque el problema no es nuevo, la falta de soluciones puede convertirlo en un auténtico dolor de cabeza para el Kremlin.
Maxim Dyachenko, directivo de la plataforma comercial petrolera Proleum, reconoció al medio Cnews.ru que «predecir la normalización de la producción y el suministro es difícil debido a la situación actual sin precedentes en la historia de Rusia». Además, señaló que las medidas administrativas no pueden resolver por completo la situación y con la llegada del frío el mercado necesitará más diésel.
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En invierno, en algunas regiones, la gasolina es muy importante, pues debido a las bajas temperaturas la única opción que tienen los conductores es mantener el coche encendido durante los meses más fríos. Si no lo hicieran, el vehículo podría no volver a arrancar hasta la primavera. Las limitaciones a la exportación de combustible y facilitar la importación y fabricación de refinados del petróleo han sido algunas de las soluciones planteadas por el Kremlin.
Una de las últimas opciones que ha considerado es la llegada de combustible desde Bielorrusia. Es un país amigo de Moscú y ahora está apoyando a su mayor aliado con un aumento de las ventas de hidrocarburos. Según fuentes de Reuters, el país liderado por Alexander Lukashenko ha enviado el mes pasado cerca de 49.000 toneladas de gasolina en tren, cuatro veces más que en agosto. Y los envíos de diésel fueron de 33.000 toneladas. La capacidad máxima anual de las refinerías bielorrusas (Naftan y Mozyr) se estima en 24 millones de toneladas, aunque la media habitual es de 9 millones.
Otro de los puntos que ha tratado Moscú es la defensa de su infraestructura clave. Este mes se ha ideado un sistema de protección de los tanques de almacenamiento de petróleo contra ataques de drones. Se trata de una estructura formada por una malla de cables que puede defender las instalaciones petroleras de aparatos no tripulados de hasta 200 kilos de peso. Su forma además reduce el riesgo de destrucción de la infraestructura por impactos. El modelo KOZ-U-SH está diseñado para proteger tanques de almacenamiento verticales de acero con una capacidad de entre 400.000 y 50.000 metros cúbicos.
Según declaró a la prensa Iván Klyuchnikov, director de proyectos de Amast Power Lines -la compañía que inventó esta protección-, «si un dron colisiona con la estructura, la protección previene la destrucción progresiva y daños graves al tanque». Este tipo de defensa también se puede usar para proteger subestaciones eléctricas, que también pueden ser objetivo de ataques ucranianos.
El problema va a más
Las regiones donde la situación es peor es en la Península de Crimea y en las zonas anexionadas de Ucrania. El ministro ruso de Combustible y Energía, Serguéi Tsivilev, apuntó en su última visita que la escasez estaría resuelta por completo a finales de octubre, aunque no concretó qué medidas concretas iba a tomar. Ahora mismo en Sevastopol (la ciudad más importante de Crimea) el límite para repostar gasolina es de 30 litros, mientras que en toda la península es de 20.
En Siberia también está siendo un problema grave. El miércoles, Prime, una importante cadena de Novosibirsk, anunció el cese de las ventas de gasolina AI-92 debido a la interrupción de los envíos desde las refinerías de petróleo. Varias regiones de Rusia están imponiendo restricciones a la venta minorista de gasolina. Es el caso de partes de Siberia y el Lejano Este ruso. En el krai de Altái ya se han registrado colas para adquirir combustible, mientras que en Jakasia se agotó el suministro de gasolina de 92 octanos a finales de septiembre. En otras partes de Siberia como Krasnoyarsk y Tuvá han registrado subidas de precio.
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