Polonia paga 1.400 euros a sus jóvenes por ir de colonias con el ejército en verano
Unos 10.000 voluntarios de entre 18 y 35 años participan en la formación militar durante 27 días y quienes lo deseen pueden entrar después en la reserva del ejército
La amenaza rusa influye hasta en la forma de pasar el verano de los jóvenes polacos. Unos 10.000 voluntarios de entre 18 y 35 ... años participan durante los meses de junio, julio y agosto en el programa de reclutamiento 'Vacaciones con el ejército'. Una experiencia de 27 días de formación militar tras la que se convertirán en reservistas de las fuerzas armadas, además de recibir una remuneración de 6.000 zlotys (poco más de 1.400 euros al cambio). Con un conflicto entre dos países vecinos -Polonia comparte frontera con Ucrania y Rusia y también con Bielorrusia, aliada del Kremlin-, el Gobierno de Varsovia se toma muy en serio la defensa de su territorio y de sus 37 millones de habitantes.
Noticia relacionada
Europa recupera la mili obligatoria
La segunda edición de este programa estival, que arrancó el año pasado, ha tenido un gran poder de convocatoria. A su llegada a uno de los setenta cuarteles, los participantes reciben su uniforme y al día siguiente recogen su arma. El toque de corneta suena a las 5.30 y la jornada de faena para adquirir habilidades de combate y supervivencia se alarga hasta las 18.30, manejando durante esas horas rifles de asalto, poniendo cuerpo en tierra y siguiendo a rajatabla las órdenes de un instructor. Y cuando no se encuentran en el campo de entrenamiento deben dedicarse a limpiar sus habitaciones. Otra condición de estas 'colonias' es que no se les permite salir de la base para visitar sus hogares o disfrutar de la vida nocturna.
Además de prácticas de tiro, los jóvenes también aprenden a orientarse en la naturaleza, lanzar granadas, comunicarse por radio y realizar primeros auxilios. No falta tampoco la enseñanza de los fundamentos de la vida militar: el arte de la marcha y el respeto a la jerarquía. Todos los conocimientos se certifican a través de un examen final. La puntería con las armas, por ejemplo, se evalúa en una prueba específica. Al final de este peculiar campamento de verano, los voluntarios prestan juramento como soldados y quienes deseen podrán continuar su formación militar como reservistas.
Se trata de un entrenamiento exigente y la prueba es que uno de cada cinco deserta. «Para quienes venimos de civil, obedecer órdenes no es intuitivo», explica el subteniente Bartlomiej, uno de los supervisores del programa, en declaraciones al periódico francés 'Le Monde'. «Quienes no lo completan lo hacen principalmente por razones médicas, por ejemplo, por viejos golpes o por causas familiares», añade.
No son vacaciones
El 80% de los reclutas no tiene experiencia previa en el ejército. «La palabra 'vacaciones' puede malinterpretarse: algunos creen que lo pasarán bien. Creen que únicamente que no verán a sus familias durante un mes y sus teléfonos estarán en el armario durante el día», relata el abanderado Piotr al mismo medio. «Me dolían las piernas de tantos kilómetros. Aunque esperaba que fuera duro, quizá debería haberme preparado más», reconoce Patrycja Krasa, una estudiante de Secundaria de 18 años que se alistó por «proponerse un reto» en verano. La joven se muestra convencida de que se trata de algo necesario: «Todos los polacos deberían pasar por este tipo de entrenamiento y estar preparados en caso de guerra: el peligro es alto hoy en día». «Todos deberían saber defenderse y usar un arma», coincide el recluta Alan Kucharski, de 19 años.
Aunque en 2010 puso fin al servicio militar, Polonia ha acometido reformas en su ejército y ha acelerado la modernización de su arsenal, mientras refuerza su flanco oriental ante el crecimiento de la amenaza rusa. Esto se ve reflejado en el gasto en defensa: el país lidera este campo en la OTAN con un 4,7% del PIB previsto para este año. Con 212.000 soldados, según datos actualizados en julio, cuenta con el mayor ejército de Europa y el tercero de la Alianza Atlántica, sólo por detrás de Estados Unidos y Turquía.
212.000 soldados
suma el ejército polaco y el país tiene previsto destinar un 4,7% de su PIB a inversión en defensa.
Apenas dos meses después de la invasión de Ucrania, en abril de 2022, Varsovia aprobó una mili voluntaria, que consistía en veintisiete días de entrenamiento para alcanzar el grado de sargento, que irían seguidos de once meses de especialización. Hasta el año pasado más de 30.000 ciudadanos habían adquirido conocimientos militares básicos. La iniciativa 'Vacaciones con el ejército' es la versión estival de esa iniciativa, reservada para los menores de 35 años.
Otros proyectos de las fuerzas armadas es 'Entrena con el ejército', que invita a todos los ciudadanos de entre 15 y 65 años a pasar ocho horas los sábados de abril a julio con soldados en el campo de batalla, mientras militares acuden a las escuelas de todo el país para enseñar primeros auxilios y defensa personal. En definitiva, buscan familiarizar a la población con el uniforme y cualquier excusa es buena si hace que un joven pase a engrosar la reserva.
«Todos los polacos deberían pasar por este tipo de entrenamiento y estar preparados en caso de guerra: el peligro es alto hoy en día»
Alan Kucharski
Recluta de 19 años
El objetivo del primer ministro polaco, Donald Tusk, es ampliar el ejército hasta los 300.000 efectivos en 2035 para hacer frente a la amenaza del Este. Esto supone también aumentar el total de miembros de las fuerzas armadas, incluidos los reservistas hasta el medio millón, frente a los 290.000 de la actualidad. Con este fin, el pasado marzo, el jefe del Ejecutivo adelantó un proyecto para proporcionar entrenamiento militar a todos los varones polacos de forma masiva. Tusk comparó las cifras de su país con las 800.000 tropas ucranianas y 1,3 millones de soldados rusos, lo que en su opinión hace necesario que incluso los que no se alisten puedan jugar un papel «valioso» en caso de entrar en guerra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión