Francia avanza en el proceso de concesión de autonomía de Córcega

«No siempre uno puede sentirse orgulloso de haber cumplido con su palabra y con la del Estado. El dilema era incumplirla o seguir adelante, y esto último es lo que hemos hecho», ha asegurado el ministro de Política Territorial, François Rebsamen, durante la rueda de prensa posterior a la reunión gubernamental. Ha descrito como «una etapa decisiva» la aprobación de este miércoles y ha presumido de que las autoridades estatales hayan respetado las promesas hechas a los responsables insulares.

La cuestión corsa ha acompañado a Macron desde su llegada al Elíseo en 2017, debido a la hegemonía en la isla del movimiento regionalista encabezado por el líder insular, Gilles Simeoni. El entonces ministro del Interior, Gérald Darmanin, había prometido en 2022 la concesión de un estatuto de autonomía a ese territorio, con 355.000 habitantes y una extensión más del doble que la de Mallorca. Hizo esa propuesta como respuesta a una oleada de manifestaciones violentas, que empezaron en marzo de ese año -en plena campaña presidencial- tras la muerte del terrorista Yvan Colonna. Ese exmiembro del Frente de Liberación Nacional Corso (FLNC) había sido asesinado por otro presidiario con afinidades yihadistas.

El actual proyecto de reforma constitucional es fruto de concesiones recíprocas entre París y Ajaccio. Tras casi dos años de negociaciones, las autoridades francesas y las corsas llegaron a un acuerdo en marzo del año pasado. Entonces, la asamblea insular lo aprobó con una amplia mayoría. El Gobierno de Macron y François Bayrou (primer ministro) ha mantenido el mismo redactado, a pesar de las recomendaciones recientes del Consejo de Estado de modificar algunos puntos sensibles.

«Hubiéramos preferido» que la reforma «incluyera el concepto de pueblo corso. Pero aceptamos esta versión fruto de concesiones recíprocas», sostuvo Simeoni en declaraciones a la cadena BFM TV. «La autonomía es la norma en muchos países de la Unión Europea», recordó el dirigente nacionalista. Si este proceso llega a buen puerto, Córcega dispondrá de menos competencias que la mayoría de las comunidades autónomas en España. Y la asamblea regional no podrá legislar sobre ninguna de las competencias regalianas (policía, ejército…).

A pesar de ello, esta propuesta ha ulcerado a una parte de la clase política en Francia, país conocido por su tradición centralista. Tanto la ultraderechista Agrupación Nacional como la derecha tradicional de Los Republicanos, incluido el actual ministro del Interior, Bruno Retailleau, se oponen a ella. Su aprobación por parte de la Asamblea Nacional y el Senado se augura complicada, siendo su paso por la Cámara Alta, a partir de octubre, el más incierto. La modificación de la Constitución gala requiere la aprobación con un redactado idéntico en ambas cámaras, así como el apoyo de dos tercios de los diputados y senadores.

El Ejecutivo central teme que, si este proceso fracasa, volverá la violencia política en la isla tras dos años relativamente tranquilos. La no adopción de esta medida «puede abrir la puerta a décadas de incertidumbre y múltiples peligros», ha alertado Simeoni. Tras haber abandonado la lucha armada en 2014, el FLNC -equivalente local de ETA, con un balance de muertos bastante menos elevado- ha realizado una serie de ataques contra residencias turísticas deshabitadas. Esos atentados materiales no ocasionaron ni víctimas mortales ni heridos, pero existe el temor de que se recrudezcan.