Milei arrasa en las legislativas con el 41% de los votos y anuncia una «Argentina grande»

A partir del 10 de diciembre, cuando se nombren los nuevos parlamentarios, «pasaremos a tener el Congreso más reformista de la historia de Argentina», anunció un eufórico jefe del Estado en la madrugada de este lunes ante sus bases y compañeros de gabinete. Previamente había constatado que su formación tendrá una holgada posición institucional con 101 diputados en la Cámara Baja y 19 senadores. «Hoy empieza la construcción de una Argentina grande», proclamó apropiándose del clásico lema del trumpismo.

El propio Milei reconoció su sorpresa por los resultados después de la derrota sufrida en las elecciones provinciales de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre y de las encuestas recientes, todas ellas a la baja. Pero, al final, el líder conservador ganó en 15 provincias y cosechó el 40,8% de todos los votos emitidos en unos comicios donde habitualmente los presidentes acusan el desgaste y retroceden en acogida popular.

La jornada deparó otras sopresas. La Libertad Avanza sacó nueve puntos de ventaja a Fuerza Patria, su directo opositor, que contabilizó el 31,64% de papeletas. La alianza que reúne las esencias del peronismo histórico y el kirchnerismo moderno se quedó sumida en el más completo desconcierto después de que hace menos de dos meses las elecciones bonaerenses le dibujaran un perfil al alza. La tercera fuerza con cierto potencial electoral, la coalición Provincias Unidas, integrada por seis gobernadores, se quedó en un 7% de representación.

El de Buenos Aires se trata de todo un triunfo de la ultraderecha del presidente si se tiene en cuenta que hace menos de dos meses perdió en este territorio por doce puntos. El domingo se impuso, eso sí, por la mínima, con una diferencia inferior a dos puntos. Cabe detacar que el candidato provincial, Diego Santilli, fue nombrado hace poco más de dos semanas. Para agravar la derrota de la oposición, en la capital porteña la ministra de Seguridad, Patrica Bullrich, que se había presentado como candidata al Senado, superó el 50 % de los votos.

El éxito del partido gobernante proporciona oxígeno a Milei y sume en la frustración al peronismo en todas sus formas, que confiaba en la posible confirmación de un descenso a los infiernos del dirigente ultraconservador y de su proyecto. Hasta veteranos opositores habían augurado que las legislativas marcarían el ascenso de Fuerza Patria hacia la cima electoral de 2027 y podría recuperar el liderazgo de Argentina.

El asunto ha ido al revés. Milei es quien se ve refrendado e insinuó que se presentará a las elecciones de 2027 y tendrá «dos o seis años más» para completar su proyecto. A su juicio, el resultado electoral del domingo constituye «una consagración histórica de nuestra visión» pese a que «el kirchnerismo y la izquierda nos torpedearon» mediante una «política que busca hacer daño» y «destruye la economía».

«Lo peor ya pasó», añadió el mandatario. «Estábamos peor que en 2001 y 2002, logramos la recomposición y lo peor ya pasó», recalcó en alusión al corralito bancario decretado aquel 1 de diciembre de hace veinticuatro años. El jefe del Estado alabó a Scott Bessent, el secretario del Tesoro estadounidense, después de que la Casa Blanca aprobase hace dos semanas una ayuda de 20.000 millones de dólares a la economía argentina. Las acciones de las empresas de este país subieron hasta un 50% en Wall Street y el dolar comenzó a operar a la baja tras conocerse los resultados electorales, un optimismo «pocas veces visto» en el mercado nacional, según el diario 'La Nación'.

Milei mostró su agradecimiento a «todos aquellos que siguieron apoyando las ideas de la libertad» y anunció que se tomará «un tiempo « para redefinir su gabinete porque «es obvio que va a haber cambios», pese a que los analistas consideran que serán simples retoques. Dijo que deberá incluir nuevas realidades surgidas de este domingo, como el triunfo en Buenos Aires, y preparar un Gobierno que salga «en busca de las reformas que me faltan». Lo anunció sin aportar detalles más allá de que prepara una reforma de «segunda generación«, tributaria y laboral, destinada a bajar la inflación, mejorar el empleo y que llegue a «acuerdos básicos» con los sindicatos y gobernadores. El presidente se mostró mesurado y más abierto al diálogo que nunca. Sin motosierras. Incluso en sus críticas advirtió que «no me estoy metiendo con el pasado, lo estoy planteando hacia adelante».

Una de las primeras felicitaciones fue la del expresidente Mauricio Macri, quien pidió «no perder esta oportunidad única para producir las transformaciones pendientes y dejar atrás el pasado para siempre». Donald Trump alabó asimismo la victoria «aplastante» de Milei y su «trabajo maravilloso», y tiró para casa al decir que tuvo «mucha ayuda» de EE UU. Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, destacó las políticas del presidente argentino frente al «globalismo, la mentira y la izquierda criminal».