Pepe, de 'Gran Hermano 7', explica el fracaso de la actual edición del reality

'Gran Hermano 17', desde sus inicios, con la elección de Jorge Javier en calidad de presentador para sustituir a Mercedes Milá, ha ido de la mano de la polémica. A ello se le ha unido la caída de la audiencia y los infructuosos intentos de la productora de sorprender. Todo ha llevado al 'reality show' por derroteros antes impensables. Para más inri, las sospechas de tongo suenan con frecuencia y algunos internautas, incluso, han recogido pruebas que, supuestamente, lo demostraban (por ejemplo, cuando al enfrentarse Adara y Clara a la expulsión, la diferencia de votos fue de tres llamadas y, según los seguidores del espacio, las cifras no cuadraban).

A partir de estas dudas, los comentarios se han disparado y una de la voces más escuchadas ha sido la de Pepe, ganador de la séptima temporada del reality. En un directo en Facebook que realizó hace un mes explicó cómo la actual dirección de programa ha desvirtuado su esencia y los resultados no son los esperados.

Según Pepe, la decadencia del reality comenzó al terminar su edición, momento en el que el 'Súper' original, Roberto Ontiveros, posó la batuta. Herrero define al exdirector como un «maravilloso manipulador de personas, un gran titiritero» que «sabía atajar cualquier problema. Para bien o para mal, pero lo solucionaba». El problema fue, asegura, que «en Gran Hermano 7 apareció un tío que no se dejaba manipular (él mismo), lo que generó una serie de fricciones». Sus maneras «totalmente antagónicas de ver el concurso» les llevaron a conversaciones muy «complicadas» en «confesionarios que nunca se emitieron» y que dejaron muy tocado a Ontiveros. Por eso, continúa, tras su marcha nunca se volvió a dejar «ese trozo de poder» a un solo 'Súper'.

Pepe Herrero cuenta que, tras ese error, las decisiones en el 'reality' comenzaron a pasar más filtros, lo que provoca actualmente que en la mayoría de casos reaccionen tarde y mal. Se refiere, en concreto, al caso de Bárbara, quien abandonó el programa por la enfermedad de su padre. El exgranhermano expone cómo deberían haber tratado el asunto por el bien del Gran Hermano y opina que «Mercedes Milá habría ido a la casa en pijama y despeinada» para hablar con la concursante, gesto que echa en cara que no lo hubiese hecho Jorge Javier Vázquez.

También expresó su incredulidad en numerosas ocasiones por la incompetencia de la actual dirección de 'Gran Hermano', que ha permitido el abandono de los mejores guionistas y justifica que los trabajadores no quieren innovar porque los sueldos son mínimos. Critica que 'Gran Hermano' es uno de los espacios que más beneficios genera, pero tiene los peores salarios.

En su emisión directa, Pepe da numerosas claves sobre las decisiones erróneas que han hecho fracasar la actual edición y se refiere al personaje de Miguel, el gallego supuestamente calvo, con el que se equivocaron, a su juicio, revelando en el vídeo de presentación su drama personal, según publica 'El Comercio'.