«En la Junta somos honrados, de poder mirar a la gente a los ojos»
Antonio Silván Rodríguez, exconsejero de Fomento y Medio Ambiente y candidato del PP a la Alcaldía de León y a las Cortes regionales
Susana Escribano
Viernes, 1 de mayo 2015, 11:55
«Quiero dar las gracias». Antonio Silván (Chozas de Abajo,León, 1962), a punto de abandonar el que ha sido su despacho durante los últimos doce años, tiene un listado extenso de personas, asociaciones y organismos a los que decir: «Gracias». Empieza por Juan Vicente Herrera, sigue por su equipo «Orgulloso estoy de que los que empezaron conmigo, siguen», continúa con el personal de Fomento y Medio Ambiente y remata con los de fuera de la casa. Silván deja las carreteras, la vivienda, las telecomunicaciones, la protección civil y el medio ambiente y afronta la pugna electoral por ser alcalde. De León. «Quizá lo más cómodo habría sido mantenerme donde estoy, en una situación de cierto confort, pero es el momento de afrontar el reto de ser el alcalde de mi ciudad», confiesa. Lo dice convencido. Hoy vivirá su último Consejo de Gobierno.
Febrero. El PP cambia de candidato en León y presenta a Antonio Silván, ¿cómo, cuando, por qué?
¿Cómo, cuándo y por qué? Es el resultado de una conversación larga, intensa y absolutamente positiva con el presidente Juan Vicente Herrera. Tomamos una decisión conjunta. La pata palante, si me permite la expresión, cargada de ilusión y decisión. Quizá lo más cómodo habría sido mantenerme donde estoy, en una situación de confort, pero es un momento de afrontar el reto de ser alcalde de mi ciudad.
¿Qué quiere aportar a León?
Para empezar, ilusión. Quiero que León sea una ciudad referente del siglo XXI en España y en Europa, porque tenemos los mimbres para ello. Yo ofrezco a los leoneses lo que he aprendido en estos doce años, esa experiencia, esa gestión y las tremendas ganas de hacer.
Una campaña diferente
La bicandidatura a la Alcaldía de León y como cabeza de lista a las Cortes le sitúan como hombre fuerte del PP de León tras una época convulsa.
Más que hombre fuerte yo, lo que diría es que está fuerte el PP de León. Es un partido fuerte que sale a ganar en las 211 candidaturas municipales y sale a ganar para que Juan Vicente Herrera siga siendo el mejor presidente de Castilla y León de todos los tiempos. En el PP de León podemos decir ahora que estamos todos a una, que es un partido fuerte es una evidencia. El escenario social y político no da otra opción.
En doce meses ha vivido el asesinato de Isabel Carrasco, dirigente contestada dentro y fuera del Partido Popular, el encarcelamiento del presidente de la Diputación, sucesor de la anterior... ¿Está curado de espanto?
Han sido doce meses tremendos, trágicos, dramáticos. Desde el punto de vista personal, político y también social, para la sociedad leonesa. De todo hay que aprender. Esas situaciones nos han hecho más fuertes. Hemos demostrado que ante situaciones de adversidad máxima hemos estado ahí, desde el primer momento, y eso tiene hoy sus frutos.
¿Con los recortes, la corrupción o la irrupción de partidos como Podemos o Ciudadanos cree que le resultará más difícil pedir el voto en la calle?
Difícil va a ser. Esta campaña debe ser de piel a piel, de mirar a los ojos a la persona, más que al ciudadano, y decirle: confía en mí. La confianza por encima de todo y se gana con la cercanía y con un aval de gestión.
Doce años de consejero, ¿cuesta cerrar una etapa de esa responsabilidad o le supone un alivio?
Cuesta, cuesta... Cómo no me va a costar. Han sido doce años apasionantes, felices... Con alguna contrapartida. Yo he visto crecer a mi hijo, que hoy tiene 19 años, casi casi, por foto. Una etapa para cumplir sueños en unos momentos en los que se podían cumplir, porque había recursos. Se cierra un capítulo vital y se abre otro igual de apasionante. Lo importante es mirar hacia delante. El pero que pongo a este momento es un pero personal, dejar de tener ese contacto diario con mi gente.
Con independencia del resultado del 24-M, vivirá un verano más relajado, sin ser el responsable directo de la extinción de incendios.
No creo, miraré con un ojo lo que ocurra. El otro día me despedí del personal de la casa, en una mañana muy emotiva, y les decía a los de lucha contra incendios que iba a echar de menos sus mensajes. Alguno me dijo: no te preocupes, que te los mandamos igual. Tendré otras preocupaciones, otros retos, que quiero tenerlos, como alcalde de mi ciudad.
Usted ha definido como una prioridad la lucha contra el fuego, pero no se ha librado de las críticas de los forestales, ¿el operativo es el acertado?
El operativo de lucha contra incendios está dimensionado a la realidad de nuestra comunidad. De verdad, otras comunidades miran este operativo para reflejarse en él. No distingue entre provincias y también se ayuda a otras comunidades autónomas y a Portugal. Cuando hablo de incendios, hay que aplaudir a la gente que se está jugando la vida y donde tenemos que hacer hincapié es en la sensibilización y la concienciación. De cada 100 incendios, 95 salen de la mano del hombre, en ocasiones de forma voluntaria y en otras no, pero se podrían evitar.
Le propongo repasar las distintas áreas de la consejería y que escoja proyectos, obras, programas... ¿Empezamos por Transportes?
El transporte a la demanda. Es un proyecto de comunidad, garantiza la movilidad de personas en el medio rural y con eficiencia. El transporte a la demanda es Castilla y León.
Carreteras.
11.500 kilómetros de red viaria de titularidad autonómica dan para muchas actuaciones, la Valladolid-Segovia... He sido un privilegiado.
Telecomunicaciones.
Hace doce años hablábamos de sustituir las líneas TRAC por las RDSI y hoy, en Castilla y León, con alguna sombra, se habla del 4G y 5G. La evolución es impresionante. Ahora no demandamos que llegue, sino velocidad, potencia.
Vivienda.
Nos hemos acomodado a los escenarios económicos y evolucionado de la compra y construcción al alquiler y la rehabilitación. Pero yo me quedaría con los ojos de miles de personas cuando abrían la puerta de una vivienda (en las entregas de llaves de viviendas protegidas) en la que desarrollar su proyecto de vida. Esa foto me queda de por vida.
Protección Civil.
Yo siempre digo que ojalá no se hable de Protección Civil, del 112. Pero está ahí y es un orgullo contar con el mejor 112 de España. Ahí están los datos de la Unión Europea, que lo califican con un sobresaliente.
Y Medio Ambiente.
Me quedo con nuestro descomunal patrimonio natural. Y me quedo con nuestra riqueza forestal y la capacidad que tiene de generar un empleo que no se puede deslocalizar, además, en el medio rural.
Los últimos consejos de Gobierno son un no parar de expedientes de su consejería, ¿entre tanta hiperactividad hay algo que le pese dejar colgado, a medias?
Hombre, lo bueno que tiene esto es que el trabajo en la consejería continúa. Los proyectos son algo vivo, algunos inconclusos, que evolucionarán con un componente de mejora. Cuando hablo de mi equipo, la palabra orgullo se queda corta.
Gestionar la escasez
Pasó de gestionar políticas como vivienda o carreteras con la cartera llena a lidiar con la miseria de fondos, ni ayudas ni obras nuevas, ¿se ha sentido esta legislatura al frente de un departamento en estado de hibernación?
Me adapto a todo. Soy un auténtico convencido de que la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales eran las políticas prioritarias estos últimos años, y había que ceder paso. Cuando no hay, debemos priorizar, hay que desviar de un sitio para poner en otro. A todos nos gusta que lo mío no se toque, pero hay que ser responsable. Han sido años tremendísimamente complicados.
¿Qué enseñanza saca de la gestión de la escasez? Casi es un máster en administración pública.
Sí, pero de estas situaciones se aprende. Hay que sacar lo positivo y aprender a racionalizar, a buscar la eficiencia y la eficacia. Nos tiene que servir para tiempos mejores, que ya estamos en el camino, para no caer en los mismos errores y guardar siempre un poquito.
¿Qué opina de lo que ha trascendido de las concesiones eólicas?
El Gobierno de Castilla y León ha aplicado la máxima transparencia. El consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, ha dado extensas explicaciones en las Cortes sobre unos procedimientos administrativos que se han ajustado a derecho. Hay personas que no están hoy en responsabilidades públicas que deberán aclarar su situación. En el tema de la corrupción, elGobierno de Castilla y León pone la honestidad y la honradez por encima de todo. Somos honrados y honestos y sobre quien no lo sea que caiga todo el peso de la Justicia. Cuando hablaba de mirar a la cara y a los ojos, hablaba de eso.
¿El ciudadano Antonio Silván cree que se hace todo lo posible para atajar la corrupción y con la rapidez necesaria?
Hay que avanzar. Los políticos somos honestos y honrados y hay que defender ese espacio y trasladarlo a la sociedad. Todo lo que sea transparencia... Las paredes de un Gobierno deben ser transparentes, que la sociedad vea lo que hay dentro y nosotros, lo que hay fuera. No pueden pagar justos por pecadores y, al que sea pecador, su penitencia.
¿Y siendo usted de León, el León de Valladolid le ha dado muchos quebraderos de cabeza? PGOU, aeropuerto de Valladolid...
Tengo una relación muy buena, cuando había planteamientos divergentes lo hemos hablado.
¿Cómo le ha visto en el banquillo del juzgado? ¿Cree que los ciudadanos penalizarán al PP por la decisión de mantener de candidato a una persona a la que se ha juzgado por desobediencia?
Él ha trasladado tranquilidad antes del juicio y en el juicio y la cuestión está ahora vista para sentencia.
En clave política, su nombre siempre se ha barajado en todas las quinielas del relevo de Juan Vicente Herrera...
Yo siempre he dicho que el mejor presidente lo tenemos aquí, es Herrera. El PP tiene muchísima gente en el banquillo y es una suerte para todos y para Castilla y León.
Recuerdo para Aitor
¿Qué le ha borrado la sonrisa en estos años?
Lo de la sonrisa es que me nacieron así. Ir con la cara larga por la vida sería fingir, porque no soy así, pero he pasado momentos muy tristes. Con la corrupción, ahí no puedo aguantar la sonrisa. Y otro tipo de tristeza. Uno de los viajes más difíciles, terribles, fue en 2003, a Segovia, con el incendio en las obras del túnel de Guadarrama con 33 personas que podían estar afrontando lo peor. Por fortuna no hubo más que cuestiones materiales. Terrible fue la muerte de Aitor, un brigadista nuestro, en un incendio en la zona de Tabuyo. Por la noche, en Fabero, visitando a los padres y a la mujer, embarazada. Después Castrocontrigo, que fue histórico, pero sin desgracias humanas.
¿Retoña ese monte no?
Está verde, verde, verde. La naturaleza, cuando sufre un revés, se repone con ayuda y también de forma natural. Castrocontrigo es un ejemplo. La vida sigue. También en política, que no deja de ser parte de la vida.