Carriedo: «Castilla y León tiene unas raíces muy sólidas sobre las que construir su futuro económico»
FORO ECONÓMICO DE EL NORTE DE CASTILLA ·
El consejero de Economía y Hacienda muestra su confianza en la recuperación de la región frente a la triple crisis provocada por la pandemia
Cuando hace prácticamente un año fue declarada la pandemia mundial del coronavirus, la economía de Castilla y León gozaba de una buena salud, merced a la competitividad de sus empresas. Sin embargo, la covid-19 ha provocado una caída de la tasa interanual de crecimiento de un -6,9%, 2,2 puntos por debajo de la tasa media nacional, pero, igualmente, «una cifra muy relevante que nos sitúa en un escenario muy complicado», como explicó ayer en el Foro Económico de El Norte de Castilla Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda.
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En su opinión, «en ningún caso antes de 2022 lograremos alcanzar el PIB que tuvimos en 2019», por lo que la esperanza de crecimiento que se prevé para este 2021 está moderada por el contexto. En cualquier circunstancia, Fernández Carriedo prefiere ver el vaso medio lleno a medio vacío, al considerar que «Castilla y León tiene unas raíces muy sólidas sobre las que construir su futuro». «Huyendo del tópico aquel de los brotes verdes», el consejero destacó que Castilla y León cuenta con un tejido social y económico solventes –algo que mostró en el pasado– y que permitirán que esa salida de la triple crisis social, sanitaria y económica vaya a ser, más pronto que tarde, efectiva.
No en vano, nuestra región cuenta con profesionales «muy bien cualificados, con talento y gente joven muy preparada»; como recordó, «en el sistema laboral y educativo, los mejor preparados de España». Junto a ello, la posición logística estratégica ayudará de nuevo a que la situación mejore, toda vez que a Castilla y León la abrazan otras nueve comunidades autónomas y linda con un país vecino, algo que contará con el refuerzo de que siete de las nueve capitales de provincias vayan a estar unidas por el tren de alta velocidad (seis ya lo están). Del mismo modo, la propia idiosincrasia de la economía de la comunidad, exportadora y con saldo positivo, volverá a permitir tener «una capacidad de competir importante y, cuando los mercados se recuperen, que la economía siga viva».
Dicha competitividad se vertebra sobre lo diversificado del tejido productivo (ahora deteriorado) y sobre la mencionada competitividad, toda vez que Castilla y León tiene un peso industrial muy relevante, por encima de la media española, destacando sectores como el agroalimentario, de mucha calidad, la potente industria del automóvil y otros sectores que acompañan, como el farmacéutico o el aeronáutico, en los que Castilla y León está muy acostumbrada a exportar «bastante más de lo que importa». Con todo, aunque las previsiones son cautas, y «en este 2021 seguramente se van a perder puestos de trabajo y va a haber cierres de actividad por falta de mercado», el consejero de Economía y Hacienda incidió en la necesidad «de no dispersar esfuerzos en otras cosas y de centrarse y esforzarse para salir de la triple crisis», toda vez que la región se enfrenta «a un contexto difícil».
«La principal amenaza de la economía y la política es la polarización»
Carlos Fernández Carriedo apeló en su intervención a la fatiga pandémica provocada por la pérdida de empleo y actividad productiva. Así, aunque «los niveles de restricciones de la primera ola no han sido comparables con las siguientes», lo cierto es que el desgaste sufrido por la población es «relevante», y de ahí que el diálogo social pueda parecer fracturado ante las protestas de distintos sectores. «En términos de intensidad, las consecuencias no son tan grandes pero si en términos sociales, ya que la gente espera que esto se solucione cuanto antes», alegó el consejero, que naturalizó el debate.
Sin embargo, mostró su preocupación por «la principal amenaza» existente en la economía y la política: «La polarización». «La política hay que entenderla desde la moderación y desde lo que nos une, y eso es lo que hacemos el Gobierno que conformamos el Partido Popular y Ciudadanos. Hemos aprobado el presupuesto, pero la legislatura no acaba aquí; seguiremos trabajando en un clima de confianza y diálogo», afirmó el consejero, que confirmó que «el pacto no solo se está llevando desde el diálogo y el acuerdo, sino que es más necesario que nunca». «Podemos hacer cosas juntos estando presentes en las realidades de la sociedad. Somos un Gobierno unido y compartimos las cosas que hacemos juntos», apostilló.
Conocidos los resultados del PP en Cataluña, el consejero de Economía y Hacienda rechazó que estos puedan ser extrapolables al conjunto de la nación. «Seguramente no lo sea ni que en Galicia el partido tenga mayoría absoluta ni lo de Cataluña, como no lo fue en el último proceso electoral. Lo que me preocupa de Cataluña es que se extrapole la polarización, que aleja las capacidades de acuerdo. Eso no es bueno ni para Cataluña ni para España», advirtió.
Con los presupuestos de este 2021 ya aprobados, la Junta de Castilla y León viene trabajando en las consecuencias de la crisis mediante diferentes instrumentos. Así, educación, servicios sociales y sanidad agrupan un 80% del presupuesto, habiendo experimentado sanidad un incremento del 22% y suponiendo su presupuesto un 45% del total de aquel del que disponen las consejerías. Mientras tanto, los impuestos no se han subido (al contrario: algunos del mundo rural han bajado), al entender que subirlos es «tremendamente perjudicial» y comprender que es necesario «hacer el no esfuerzo de no hacerlo», como afirmó Fernández Carriedo.
Entre las medidas específicas de apoyo a los sectores sociales más desfavorecidos, Castilla y León es la segunda comunidad autónoma con una menor tarifa en IRPF, la segunda con una fiscalidad más favorable al mundo rural y la que ofrece más beneficios fiscales para la natalidad y el apoyo de la familia.
Fondos europeos
Como recordó Carlos Fernández Carriedo, la Junta de Castilla y León cuenta para este reto con fondos europeos de nueva generación, que «buscan que el impacto de esta recesión sea el menor posible y buscan reformas estructurales para la evolución» de la sociedad. En este sentido, la Junta se adelantó al Gobierno central a la hora de inaugurar su oficina de Coordinación de Fondos de la Unión Europea, cuyo acuerdo se alcanzó en septiembre de 2020.
A pesar del apoyo que suponen los fondos REACT-RU, el consejero lamenta que solo un 3,35% de los recursos vayan a parar a una comunidad como Castilla y León, «la más perjudicada». «El plan perjudica más a los territorios con mayor dispersión y apoya a las más concentradas, perjudicando también a las que tienen menos porcentaje de paro», caso de nuestra región.
