El programa Incorpora y el ejemplo de Hortensia: inserción laboral completa
El proyecto sociolaboral de la entidad financiera proporcionó trabajo a 630 personas en situación de vulnerabilidad en Valladolid el pasado año
El número de personas en situación de riesgo de exclusión aumenta cada año en España. Encontrar y mantener un puesto de trabajo no es fácil, así que la palabra oportunidad equivale para muchos a un cheque en blanco al portador. Es el caso de Hortensia Pineda, una salvadoreña que a través de la Fundación Rondilla y el programa Incorpora de la Fundación 'la Caixa' ha logrado un contrato estable en el sector de la hostelería.
En este proceso ha sido vital el trabajo de la técnico de empleo de Incorpora, Asunción Herrero. «Cuando conocí a Hortensia, me di cuenta de que era una persona que tenía mucho potencial», comenta. Hortensia llegó a España en junio de 2021, dejando atrás la situación de inestabilidad de su país, El Salvador, debido a la presencia de las maras (grupos criminales) y con una maleta llena de ilusión por emprender una nueva vida.
Aunque el idioma no fue una barrera, sí lo fue de alguna forma el choque cultural y el funcionamiento del sistema laboral español. «Cuando conseguí la tarjeta de trabajo no sabía por dónde empezar, ni a donde ir», afirma. Así que siguió el consejo de una amiga que le recomendó que se acercase a la Fundación La Rondilla. Allí conoció a Asun y comenzó realizando un curso de la Caixa, 'Trabajando en digital'. «Era una pequeña formación de 20 horas para saber manejar y enviar el curriculum vitae por email o buscar empleo. Se trata de entrenar en competencias digitales clave que les hacen falta para el mercado laboral», apunta la técnico. Su interés y presencialidad propició su incorporación al programa de orientación y entonces... «¡Surgió la oportunidad!», recuerdan.
En este sentido, Asun explica el funcionamiento del proyecto. «La clave del programa Incorpora es el trabajo en red de las entidades sociales y los dos actores principales: por un lado, las personas que vienen a nuestra entidad; y, por otro, las empresas, como la de Enrique, que colaboran y que son empresas socialmente responsables». En esta historia el compromiso de colaboración que adquiere el sector empresarial es indispensable. Enrique Raposa es gerente del restaurante Ginos y ya había colaborado anteriormente con la Fundación Rondilla. «Ellos hacen un filtro que igual en una entrevista yo no puedo ver», comenta el empresario refiriéndose al caso de Hortensia.
En esta línea, Asun señala que la trabajadora salvadoreña «no tenía experiencia profesional en España». «Tiene que haber alguien detrás que apueste por ella. Es una persona trabajadora y polivalente. Solo necesitaba conocer el mercado laboral y una orientación». De esta forma, Hortensia, que en su país natal había trabajado como cuidadora de niños y puntualmente en el sector de la hostelería, encontró una oportunidad para comenzar en el 'office' del restaurante.
Poco a poco y con el paso del tiempo fue aprendiendo un nuevo oficio hasta llegar a las cocinas dónde hoy en día se encuentra trabajando. «Estoy muy contenta, me siento tranquila y satisfecha», resume recordando anécdotas de su paso por la zona de pizzería. «Nunca había trabajado con masas de pizza, ni el horno, ni la pala... Y los ingredientes aquí se llaman distinto que en mi país». Una situación que comentan Asun y Enrique puede suponer un problema para muchos. «La presión en ocasiones les vence», reconocen. «El ritmo de trabajo, los horarios o el tener que encarar nuevos retos no siempre es una prueba que se supera, pero bueno, hay que intentarlo y hay que seguir dando oportunidades. Unas veces salen bien y otras no tanto», analiza la profesional del programa de inserción laboral.
La experiencia para Hortensia ha sido positiva y no duda en animar a quien se encuentre desorientado a acercarse y preguntar. La Fundación La Rondilla atiende a todos los colectivos, pero fundamentalmente a jóvenes, mayores de 45 años y parados de larga duración. «No importa la nacionalidad, ni que vivan en el barrio», aclara la técnico del programa Incorpora. La eficacia del programa para Asun, se basa en el trabajo en red. «No es fácil encontrar empresas como la de Enrique... Que haya empresas socialmente responsables es importantísimo», destaca.
Además de la oportunidad laboral, también se hace a través del programa Incorpora un seguimiento. «No se deja a la persona sola. Hay una comunicación tanto con la persona como con la empresa para que todo marche bien», indica Asun. El próximo mes de agosto, Hortensia cumplirá su primer año de trabajo con un contrato estable. «Cuando me lo dijeron estaba muy nerviosa y contenta. Le di gracias a Dios y también a Asun y a Enrique, porque sin ellos no los habría conseguido», concluye.
Incorpora cumple 17 años
El programa de integración sociolaboral Incorpora de la Fundación 'la Caixa' facilitó en Valladolid 630 puestos de trabajo a personas en situación de vulnerabilidad en 2022, de la mano de cuatro entidades sociales y siete técnicos. En este caso, fueron 364 mujeres y 266 hombres. Del total, aproximadamente 160 son personas con discapacidad y 470 son personas en riesgo o situación de exclusión: jóvenes, víctimas de violencia de género, parados de larga duración y exreclusos, entre otros. «La colaboración de las empresas es indispensable, con la implicación de hasta 205 en este proyecto de responsabilidad social, solo en Valladolid», reconocen desde el proyecto.
Las entidades que desarrollan el programa y que han firmado la renovación del convenio son Feafes Valladolid-El Puente, Fundación Rondilla, Procomar Valladolid Acoge y Cocemfe Valladolid. Por otro lado, desde 2016, Incorpora lleva a cabo una línea de autoempleo gracias a la cual se han puesto en marcha diecinueve nuevos negocios en Valladolid.
Las personas emprendedoras que se encuentran en riesgo de exclusión social son asesoradas y tutorizadas en el proceso de creación de su propia empresa. Una nueva línea de trabajo que supone promover la inserción laboral.