Tomás Villanueva: «Cada vez hay más interés por invertir en Castilla y León»

Tomás Villanueva (Valladolid, 1953) ocupa cargos en el Gobierno de Castilla y León desde 1995 con responsabilidades en Industria, Comercio y Turismo primero, en Educación y Cultura. En 2003 se convirtió en consejero de Economía y ha vivido desde ese despacho los años de la expansión, del desarrollo, del crecimiento para conocer más tarde las hieles de la contracción, el cierre de empresas y los expedientes de regulación de empleo con una constante en su forma de dirigir la Consejería; la discreción «Durante estos últimos años, la inversión empresarial era casi inexistente, pero ya estamos detectando cada vez más interés por invertir en Castilla y León», afrma

-¿Cómo será 2015?

-Desde el punto de vista económico debe de ser el año que debe consolidar nuestra recuperación económica, que tengamos un crecimiento mayor que permita generar más empleo.

-¿En materia de trabajo se observará esa creación de empleo?

-No soy partidario de dar cifras porque la previsión de crecimiento económico ha variado en estos meses. Parece que el crecimiento se va a acelerar y las previsiones pueden quedarse cortas.

-¿Veremos cómo baja la tasa de desempleo a cifras más asumibles?

-Empezamos a reducir esa tasa. Esa es la tendencia. Mantenemos un diferencial importante en Castilla y León con la media española. El cambio de tendencia es significativo y espero que ninguna de las incertidumbres que están sobre la mesa perturbe esta evolución.

-Dentro de esta comunidad se observan desequilibrios muy acusados en las tasas de desempleo.

-Es una región extensa, con territorios y estructuras productivas muy diferentes. En el conjunto de la región la recuperación se extiende, se traslada al empleo. Acabamos de ver cómo evoluciona en cada uno de los municipios y el gran activo de esta comunidad es la actividad industrial, muy extendida. Gracias a ella hemos transitado por la crisis mejor que otras regiones. Hemos tenido crisis en empresas industriales que ha impactado en el empleo pero ha sido posible buscar soluciones industriales también. Y además, ha sabido actualizarse sobre la base de sectores tradicionales. Por ejemplo, el automóvil y la agroalimentaria. Se ha internacionalizado, se ha mantenido la apuesta por la innovación y tenemos recursos humanos muy preparados. Somos competitivos en sectores maduros y tenemos presencia y participamos de sectores de los que tienen futuro. Esa es una de las claves para analizar por qué hemos transitado por la crisis mejor que otras regiones españolas y europeas.

-¿Qué se puede hacer para los parados más jóvenes o para los mayores de 45 años con pocas posibilidades de reintegrarse a la actividad laboral?

-Desde Europa se han marcado pautas a España para que corrija esos dos problemas. Esto viene de la estructura productiva que tenía este país, con sectores que se han paralizado, como la construcción, lo que ha llevado a muchas personas de más de 45 años al desempleo y cuesta que se puedan incorporar a otras actividades. Tienen que formarse. En el caso de los jóvenes hay que saber qué hacen y en Castilla y León, hasta los 24 años, están en formación. Conviene ver la comparación con otras regiones, donde a estas edades están trabajando, y aquí se están formando. Eso es positivo. El sector educativo ayuda a que tengamos recursos humanos muy preparados.

-¿Cumple el Servicio de Empleo (Ecyl) la tarea que le corresponde en ese objetivo?

-Los servicios públicos de empleo se encuentran en transformación. Consensuamos con los agentes sociales cómo tenía que ser. Tomamos la decisión de mantenerlo, de orientarlo, de actualizarlo. Tiene un equipo humano con gran preparación y experiencia en la orientación, la formación, las políticas activas de empleo, la información... y eso hay que hacerlo de una manera más personal. Tendrá que haber tutores que hagan un seguimiento de cualquier demandante de empleo, de cualquier desempleado..., para que pueda insertarse, encontrar trabajo. Y a quien tiene ocupación, pues mejorarle en su cualificación .

-Porque los resultados hasta ahora no han sido los esperados.

-Las políticas de las que he hablado son las que nos van a permitir tener mejores resultados para conocer las necesidades de los empresarios y buscar los mejores desempleados e incorporarles a las empresas. En la medida que las empresas sientan que se les ofrecen las personas adecuadas para los puestos que demandan se lo tomarán más en serio y habrá un mayor acercamiento y cooperación con el servicio de empleo.

-¿Se va a subcontratar este servicio a agencias privadas?

-Se va a colaborar. Habrá agencias privadas que se especialicen en algunos colectivos, con un determinado acceso al sector privado. Ahora, hay que competir entre todos y buscar los mejores resultados. Esa colaboración público privada puede sumar de forma rápida y nos puede llevar a especializarnos a todos. En el medio plazo tendremos unos servicios públicos de empleo y unas entidades privadas que cooperando solucionen los problemas de los empresarios y de los trabajadores.

-¿Y con la presencia de agencias privadas se podrán garantizar a los demandantes de empleo la igualdad en las ofertas?

-Esos principios rectores están ahí. Van a operar sobre la base de respetar esos principios. Quien no los respete, será expulsado del mercado.

-¿Aumenta o disminuye el número de empresas que acuden a la Consejería de Economía en busca de una solución a sus problemas?

-Seguimos atendiendo la demanda de empresarios que tienen dificultades para sus reestructuraciones financieras, o su salida al exterior, o problemas puntuales de empleo. Aunque en menor volumen que de 2008 a 2013, quedan empresas en dificultades con las que seguimos trabajando y a las que advertimos de que los recursos públicos pueden ser una parte de la solución, pero las empresas deben de resolver en el ámbito privado sus problemas y tienen que ser competitivas. Es inexcusable. De otra forma no tendrán futuro y no serán viables.

-¿Hay multinacionales en Castilla y León que se irían si no fuera por las subvenciones de la Junta?

-Las subvenciones a fondo perdido son muy reducidas y no son determinantes para las inversiones. Cuando por convergencia de nuestra economía con la de Europa desde 2007, Castilla y León dejó de ser una región Objetivo 1, operamos como las naciones más avanzadas en cuanto a instrumentos de apoyo para captar inversiones. Y las empresas no nos vienen a pedir subvenciones para mantenerse, o instalarse. Valoran otras cuestiones, como disponer de personal y de profesionales bien preparados, también el clima social. Eso da perfiles a cualquier inversor para que Castilla y León resulte atractiva. En este último año hemos detectado además cada vez más interés por invertir en la región.

-No hay subvenciones para que se mantengan o para que lleguen pero... ¿y para el empleo?

-Para mantener el empleo las empresas tienen que ser competitivas. Tenemos una colaboración importante para ayudar en la formación, que no es una clave para el mantenimiento del empleo.

-¿Se usa el empleo de los trabajadores por parte de alguna empresa como palanca para lograr un trato más favorable?

-Cualquier empresario sabe que si la administración tiene políticas, si tiene sentido su participación en todo esto es porque impulsamos proyectos para las personas, para que se incorporen al mercado laboral, logren un mejor nivel de vida y de bienestar. Es lógico que cualquier empresario ponga en valor el empleo, no tanto a los efectos de que le demos un dinero, porque sabe que su compañía tiene que ser competitiva. Las políticas ayudan a que no se produzcan disminuciones de plantilla, por ejemplo, pero el empresario debe saber que estas cosas las tienes que hacer él. Colaboramos en formación, en facilitar financiación en condiciones en términos de plazo y carencia . Todo ayuda.

-Y si preocupa cuando una empresa entra en dificultades económicas, ¿causa más alarma cuando quien entra en una crisis por la bajada de ingresos es un instituto tecnológico, como es el caso de la Fundación Cidaut, que aplicará una regulación de empleo a su plantilla a partir del 1 de marzo próximo?

-Causa la misma alarma, por el riesgo de pérdida de empleo. La baja actividad económica ralentiza la actividad de estos centros, que tienen menos demanda de proyectos innovadores por parte de las empresas y se ven abocados a ajustar su estructura a estas circunstancias. Espero que la recuperación económica dispare la actividad innovadora de las empresas. Estos centros han contado con el apoyo de las instituciones públicas, pero se han metido en el mercado y tienen que operar como cualquier otra entidad.

-¿Y en el sector del comercio?

-Si mejora la demanda interna, tenemos que ser capaces de crecer. El consumo ha sido uno de los más afectados por la crisis y ahora tenemos que impulsar la actividad comercial. Tenemos políticas que queremos dialogar con el sector. El comercio tiene que especializarse y dar una mayor respuesta a las necesidades del cliente. La contracción de la demanda ha coincidido con cambios en la regulación y al comercio le está costando adaptarse, pero le vamos a dar prioridad.

-La inversión en I+D no para de caer en los últimos años.

-Hemos perdido puestos en la clasificación nacional. Las administraciones públicas y el sector privado debemos hacer un esfuerzo para no reducir nuestras capacidades de innovación. Hemos tomado nota de lo malos que eran estos últimos datos y evolucionamos bien. Es clave para el futuro mantener la estrategia de innovación.

-¿Le preocupa que cuando no exista la intermediación de la Junta parece que sindicatos y patronal son incapaces por si mismos de alcanzar acuerdos bilaterales?

-Nos preocupa que las relaciones bilaterales no evolucionen de una manera más sencilla, pero existe relación, siguen hablando y serán capaces de encontrar una solución.

-Es compatible la existencia de organizaciones empresariales de carácter provincial, con una estructura regional, como es Cecale y con las cámaras de comercio?

-Tal y como se ha vertebrado el país conviene que las organizaciones se adecuen a esa estructura y cuenten con representación regional. Y son importantes esas organizaciones porque hay que llegar a todo el territorio, pero tenemos que aprender a organizarnos en estructuras regionales y luego, trabajar a través de las territoriales. A veces no se respeta esta forma de trabajar y se imponen desde estructuras provinciales los criterios al ámbito regional. Se hace difícil si cada vez que quieres llegar a acuerdos tienen que hablar con los representantes de nueve provincias.

-¿Pero el modelo es válido o habría que ir a otro modelo?

-Hay que tener unas organizaciones regionales fuertes, que tengan la representación de todas las provincias y capacidad para decidir. Eso no debe de evitar el trabajo interno de todos para que lleguen a esas decisiones a través de la dinámica que se considere más oportuna.

-¿Cuál es la evolución del sector inmobiliario?

-Es un sector importante para el empleo. No recuperará lo que fue en su día, pero llegará a un porcentaje importante en la estructura de nuestra economía. Aún se ajusta en función de la gran oferta que existió y que arrastró a muchas familias a endeudarse. La caída del sector generó un descenso importante en los ingresos de las administraciones públicas y a una reducción de la obra pública y eso obligó a tener políticas claras en temas sociales, como la educación, la sanidad y los servicios sociales y a mantener las de empleo con recursos de la comunidad. Recuperará actividad económica. Nos vendría bien en la creación de empleo, aunque trabajamos en la diversificación. Hay buenos profesionales en la construcción que han diversificado en empresas especializadas en la rehabilitación.

-¿Cómo será el empleo que se cree?

-En los primeros momentos de la recuperación parte del empleo será temporal, en muchos casos a tiempo parcial, pero a medida que la recuperación se afianza aumenta la contratación indefinida. Es momento de pensar en políticas que lleven a una recuperacion de un empleo más estable. Después de un periodo de ajustes duros hay que consolidar la recuperación y seguir de momento con una reducción del endeudamiento, y creciendo la economía a base de ser más competitivos. Se puede dar más poder adquisitivo a los trabajadores, pero sin perder competitividad. Tenemos que ayudar con diálogo y con trabajo para crear un clima social razonable, como ha ocurrido en Castilla y León.