Los valores del rugby traspasan los muros de la cárcel de Villanubla

En enero de 2019 arrancó un programa que pretendía acercar los valores del rugby a la población reclusa del centro penitenciario de Villanubla. El Club de Rugby El Salvador y Cáritas Diocesana de Valladolid unieron fuerzas para poner en marcha una idea que pretendía, además de acercar la práctica deportiva a los internos, educar por encima de todas las cosas.

En total son unos 25 los internos que participan cada lunes en una actividad que tiene dos aspectos: el deportivo y el educativo. Dos lunes se dedican a lo que es el juego del rugby y un tercero se pasa a un aula del centro penitenciario para reforzar, con dinámicas de grupo, todo lo que se trabaja en el campo de rugby. Ahí es donde logran acercarse a las historias personales que acompañan a cada uno de los participantes en el programa.

Esta actividad cuenta con un espacio de entrenamiento en la prisión que ha sido preparado gracias al trabajo que han realizado los reclusos participantes en la actividad. Alberto Diez, técnico de Cáritas y persona responsable del proyecto, indicó que el objetivo de esta iniciativa «no es formar un equipo de rugby en Valladolid, sí conseguir que la gente que se acerca a la actividad sean mejores personas».

En la parte deportiva, que es la que lleva El Salvador, hay nueve personas del club implicadas con el proyecto. Jugadores, técnicos, directivos... Todos ellos recibieron formación antes de acercarse a Villanubla. Díez señaló que el trabajo que hacen debe ser «afectivo y efectivo» y alabó el deporte oval como herramienta para mejorar la vida de las personas.

El técnico de Caritas Diocesana subrayó que quizá sea «el momento de reforzar todo esto a través de una aula del deporte, algo que los participantes en la actividad empiezan a demandar. Sería bueno que durante la semana pudieran leer revistas de rugby, ver partidos o escuchar programas de radio sobre este deporte».

María Morán, directiva de El Salvador, señaló que la diferencia con otros proyectos de este estilo que se han puesto en marcha en otras penitenciarias es «la parte educativa, que es la que desarrolla Cáritas, que además participa en la parte deportiva». Destacó que se busca fomentar una serie de conductas entre los participantes gracias sobre todo al trabajo de equipo y aportando además identidad para la inserción social del recluso.

Carlos Blanco, director del centro penitenciario de Valladolid, destacó que una de la cosas que más ayudan a rehabilitación en todos los órdenes de la vida «es el deporte y sobre todo el de equipo. El rugby transmite valores. Siempre me ha sorprendido la nobleza de la gente que lo juega Resulta bueno que las personas privadas de libertad puedan practicarlo».

En fechas próximas está previsto que los participantes en esta actividad que cumplan con los requisitos para ello puedan tomar parte en salidas terapéuticas a Pepe Rojo para entrenar, ver partidos y tener incluso su propio tercer tiempo. También se baraja la posibilidad de que, cuando abandonen la cárcel, puedan seguir ligados a El Salvador.

La presentación de la actividad, que tuvo lugar en la Casa del Deporte, finalizó con María Morán mostrando a los presentes un escudo de El Salvador hecho por los internos de Villanubla.