El Salvador alcanza la semifinal con cara de susto

El Salvador estará en la semifinal de liga, se enfrentará al Quesos Entrepinares dos semanas antes de la cita en el Zorrilla, y se lamenta de esos ensayos sobre la bocina del Alcobendas en Sevilla de hace ocho días; habría sido tercero, y con el batacazo de Burgos contra Cisneros (24-25), hubiera evitado el derbi local en la semifinal y habría hecho caja al jugarla como local.

Especulaciones. La realidad dice que El Salvador estuvo cerca de decir adiós a la Liga pese a ser superior, a los puntos, a la Santboiana; estuvo a punto de pagar sus pecados de juventud por carecer de pegada para noquear al decano, durante muchas fases de la segunda parte el dominio territorial fue suficiente para ensanchar el margen más allá de los diez puntos y evitar los riesgos de última hora. No lo consiguió porque le faltó madurez para elegir las mejores opciones de ataque y se fueron de vacío después de acampar durante muchos minutos en la veintidós de los de Sant Boi.

Nadie llegó al campo con la sensación de vivir un día de la marmota. El domingo pasado ya se midieron dos de los clásicos del rugby español, ganaron los colegiales por un claro 30-13 y todos sabían que el segundo partido, con una eliminatoria a vida o muerte, sería diferente y más igualado; algo que quedó claro con el quince que alineó la Santboiana, que de golpe cambió a toda su primera línea respecto a la jornada anterior.

El Salvador adivinó el guion y tomó la iniciativa de salida apoyándose en el pie de Ortega, muy fino toda la mañana; un 50:22 del apertura franjinegro empujó las líneas y el empuje de la delantera abrió el, marcador a los dos minutos. Santboiana tiene entre sus virtudes la veteranía suficiente para no perder los papeles, enfrió el juego con patadas profundas y empezó a pisar campo contrario; para que te toque la suerte hay que comprar el billete de lotería, y Pol Joven pasó por taquilla con una patada corta que botó de cara a la carrera de Jordi Jorba, un habitual en las zonas de marca.

Las manos blandas de los chamizos resbalaron un montón de avances y llevaron el paso a vestuarios con un ajustado 10-7. Los de Gorostiza regresaron al campo con ambición, forzaron la amarilla del talonador rival y el poderío en la melé se disparó hasta que Du Plooy, en una clásica salida de ocho, firmó el segundo ensayo colegial. Santboiana acusó el golpe y quedó a merced de El Salvador, que agachó la cabeza en busca de una marca que rompiera el partido, el equipo técnico no quiso romper la dinámica y solo realizó cuatro cambios; chocó una y otra vez contra las ventanas catalanas, le faltó paciencia para apurar una fase más, o valentía para abrir la defensa rival. Como no llegaron los puntos a la mano, Ortega añadió tres con el pie para tumbarse en el colchón de los diez; un colchón con pulgas porque Santboiana lanzó una última bocanada, recuperó la ilusión de los siete puntos y Pedro Soto cabalgó para saltar por encima de la trinchera colegial; le faltó recorrer un puñado de metros para centrar un poco más su posición de pateo y eso condenó a su equipo a la derrota.