Ángel Luis Curiel / Deportista de parasurfing
El surfero del Pisuerga: «Estamos a la altura de cualquier surfista, con o sin discapacidad»Asegura que lo que para él parecía el final, resultó ser el principio de la mejor parte de su vida
Zaira Varas
Valladolid
Sábado, 12 de julio 2025, 19:26
Todo cambió en 2012 para Ángel Luis Curiel, conocido como el Surfero del Pisuerga. Una zambullida desde un espigón en Galicia le provocó una ... grave lesión medular que lo dejó tetrapléjico. Le dijeron que no volvería a andar, pero desobedeció el pronóstico. Su historia es una de superación, mar y mucha cabezonería vallisoletana porque, lejos de rendirse, encontró en el mar su mayor motor de recuperación.
Se acaba de proclamar campeón de España en Las Palmas en categoría de parasurfing asistido.
- Empecemos por el principio. En 2012 sufre una lesión medular tras una zambullida en Galicia. Después de todo el proceso de recuperación, ¿por qué decide probar con el surf?
-Desde muy pequeño he tenido una conexión muy fuerte con el mar. Mi madre era de Huelva, Andalucía, y cada vez que podíamos, mi hermano mayor y yo corríamos hacia el agua. Él se lanzaba a nadar, y yo, a bucear. Siempre ha sido un lugar especial para nosotros. El día del accidente, siempre digo que no fue culpa del mar, sino mía, por no respetar sus reglas y no mirar bien. Y lo primero que hice al salir del hospital fue pedirle disculpas al mar. Porque para mí, es un lugar sagrado: ahí me siento libre, presente, en conexión con la naturaleza… y conmigo mismo. Tiempo después conocí el surf, y ya desde la primera ola supe que era el deporte de mi vida.
«Lo primero que hice al salir del hospital después de accidente fue pedirle perdón al mar»
- ¿Y en qué momento decide dar el salto de surfear por placer a querer competir?
-Siempre he tenido alma competitiva. Practicaba capoeira antes del accidente, y gracias a eso tenía una musculatura muy desarrollada, lo que me ayudó a que las secuelas no fueran tan graves. Para mí, competir es una forma de obligarme a aprender, a mejorar. Es una lucha constante conmigo mismo, no con los demás. Competir me ayuda a superarme, a surfear mejor y, sobre todo, a disfrutar más de las olas, sin importar las condiciones. Por eso empecé a competir: para crecer, para retarme y para exprimir al máximo cada instante en el agua.
- Años después, una nueva lesión le obliga a parar. Esta vez en su brazo funcional. ¿Le dio más miedo la lesión o tener que frenar otra vez?
-Fue durísimo porque volví a sentirme dependiente. La lesión medular que sufrí al principio fue completa, y eso conlleva muchas limitaciones: no poder comer, ducharte o vestirte solo. Y cuando se rompió el manguito rotador del único brazo funcional, volví a revivir todo aquello. Mentalmente fue muy duro. Pero ya conocía el camino. Sabía lo que suponía una rehabilitación y decidí centrarme en eso. Empecé a trabajar con nuevas terapias y ejercicios enfocados en el movimiento y el esfuerzo, que es algo que siempre ha estado presente en mi vida. Recuerdo perfectamente el primer día que pude volver a comer solo: me eché a llorar.
- Y tras todo eso, vuelve con fuerza. Gana en Murcia tras un año complicado y luego se proclama campeón de España en Las Palmas de Gran Canaria. ¿Cómo está viviendo esta temporada?
-Quedan dos campeonatos importantes: uno en Somo en agosto y otro en Galicia. Si consigo ganar uno de los dos, podría coronarme también como campeón de liga, que es el gran objetivo de este año. Lo que más me ilusiona es ver el nivel que está alcanzando el surf adaptado. Competimos en las mismas olas que cualquier otro campeonato, incluso en condiciones difíciles, con olas de más de metro y medio. Eso demuestra que estamos a la altura de cualquier surfista, con o sin discapacidad. Y lo mejor es que cada vez hay más talento en el agua. Esa competencia sana nos obliga a mejorar, a esforzarnos… y a disfrutar aún más del mar y de todo lo que compartimos ahí.
- Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus objetivos ahora? ¿Qué le gustaría lograr a corto y largo plazo?
-Este año, junto a mi entrenador, me he propuesto evolucionar mi surf y con ello contribuir a elevar el nivel del surf adaptado en mi categoría. Creo que si uno mejora, arrastra al resto. Y eso beneficia a todo el deporte. Además, quiero demostrar que no somos discapacitados, sino personas plenamente capaces. Me encantaría quedar entre los tres primeros en el Campeonato de Europa, y si la selección me lleva al Mundial, luchar por estar entre los cinco primeros.
«La rehabilitación en la naturaleza tiene un impacto mayor que la que se puede hacer en un centro»
- También tiene un papel muy activo fuera del agua. Eres parte de la asociación BLife. ¿Qué labor lleváis a cabo desde ahí?
-BLife nace de mi propia experiencia. Me di cuenta de que la rehabilitación en la naturaleza tiene un impacto muchísimo mayor, sobre todo a nivel psicológico, que la que se hace en un centro. Trabajamos con personas con y sin discapacidad al mismo tiempo, y es increíble lo que se genera. Hemos visto a gente sin discapacidad emocionarse hasta las lágrimas en nuestras jornadas de surf adaptado. Personas con ansiedad o depresión que encuentran en el mar un refugio, un nuevo propósito.
En la asociación buscamos transformar la manera en que se entiende la discapacidad, mostrar que todos tenemos capacidades extraordinarias, y hacerlo desde la conexión con la naturaleza, que es donde realmente nos encontramos. Nuestro objetivo es poder aportar a la sociedad, generar valores sobre la inclusión, para demostrar que la gente con discapacidad somos tan capaces como cualquiera, y ante todo, aportar un poco a la sociedad para que sea más feliz.
- ¿Cómo ve el nivel actual del para-surfing en España? ¿Siente que se está ganando visibilidad?
-El nivel está creciendo muchísimo, pero todavía queda un largo camino en cuanto a visibilidad y apoyo. A pesar de haber ganado muchos campeonatos, nunca he recibido una compensación económica por ello. Participar en competiciones, entrenar, moverme con acompañantes… todo eso implica un coste muy alto. La falta de financiación es uno de los grandes retos. Y aunque nos cueste, también tenemos que trabajar nuestra visibilidad en redes sociales, que hoy en día es casi una obligación más.
Pero a pesar de todo eso, el nivel del surf adaptado en España está subiendo. Cada vez es más exigente porque cada vez la gente disfruta más del mar. Hay más gente joven, más talento en el agua. Es lo mejor, que aparezca gente en el agua que te obligue a disfrutar y mejorar para hacer más locuras y demostrar que somos capacitados bastante locos.
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