Diego Casas logra la sexta mejor marca histórica del disco español
El atleta vallisoletano consiguió 62,19 metros en un control celebrado en la localidad lusa de Vila Nova de Cerveira
Diego Casas Garrido, atleta afincado en León desde hace seis años, cogió un coche junto a varios discóbolos chilenos para acudir a un control ... que iba a tener lugar en la localidad portuguesa de Vila Nova de Cerveira. La temporada iba yendo bien, con lanzamientos en varias competiciones por encima de los 60 metros. En una buena línea y sobre todo regular. Cuando estás en un buen momento, sabes que va a venir una buena marca. Y esta llegó en el mencionado control. Nada menos que 62 metros y 19 centímetros, la sexta mejor marca en el disco español de todos los tiempos.
Casas, que tiene como técnico a Víctor Rubio y compite por el poderoso equipo de Playas de Castellón, tiene puesto el punto de mira en el Campeonato de España que se celebra el próximo fin de semana en la población valenciana de Torrent. Va con todo. «Estoy bastante bien. Estoy en buen forma. Voy a luchar por conseguir la primera plaza», señala el actual subcampeón nacional de esa modalidad de lanzamiento.
Este estudiante de Marketing de 24 años reconoce que está aún lejos de la posibilidad de acudir al Mundial que se celebra este año en la capital húngara. «No estoy todavía para ello. Pero soy ambicioso y he puesto mi meta en conseguir estar el año que viene en el Europeo. Los Juegos de París me quedan lejos. Un objetivo más realista es obtener plaza para los que se celebren en 2028», asegura.
Con margen de mejora
En estos momentos, con la nueva marca, afirma que puede estar cerca de los 70 primeros lanzadores del ranking mundial, pero solo acuden a las grandes citas los 35 primeros. A nivel europeo ronda la posición 38. «Para ir a un Mundial tienes que lanzar por encima de los 64 metros. Para un Europeo los 63», comenta el discóbolo vallisoletano.
«Tengo aún margen de mejora física y técnica», subraya Diego Casas. Y es que está centrado en crecer y sabe que eso solo se logra por medio del trabajo y el esfuerzo. Ahora que está inmerso en la competición dice que le dedica «entre dos y tres horas al día, de lunes a sábado». Cuando llega la época de carga, de dar al cuerpo la gasolina suficiente para afrontar luego con garantías el reto de la competición, las horas diarias de trabajo pueden rondar las cinco.
Entre entrenamientos, competiciones y estudios lamenta que no puede ir a Valladolid todo lo que le gustaría. Ya son seis años en la capital leonesa y los resultados son palpables. Diego Casas progresa adecuadamente. Es joven y, cómo él mismo reconoce, tiene todavía tiempo y sobradas ganas para dar el salto al panorama internacional del lanzamiento de disco.
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