Manda la calidad azulgrana
El Segovia Futsal tropieza en su primer partido en casa ante el acierto del Barcelona B
el norte
Domingo, 28 de septiembre 2014, 18:09
l Segovia Futsal se le atragantó su estreno en el pabellón Pedro Delgado y no pudo añadir un buen resultado al conseguido hace una semana en la cancha de ElPozo Ciudad de Murcia. Sucumbió este sábado ante un Barcelona B que demostró estar más rodado y que además golpeó por primera vez a los treinta segundos de encuentro. No necesitó más tiempo el filial azulgana para adelantarse en el marcador. Pol Pacheco habilitó a Raúl Gómez y este batió a Mordi.
A pesar de ese gol en contra tan tempranero, el Segovia Futsal no se hundió y mantuvo el discurso que le trata de inculcar su entrenador. Pasó a dominar el partido, apoyado sobre todo en Jorge Jimeno, pero se encontró entonces con un muro en la portería contraria. El guardameta barcelonista Miñano brindó un repertorio de buenas intervenciones que impidieron que pudiera empatar el equipo segoviano. Este se quejó de dos faltas consecutivas de los azulgrana y perdió la posición lo suficiente para que Pol Pacheco autrografiara el 0-2.
Ese castigo, excesivo para los méritos contraídos, no fue definitivo de nuevo para que el Segovia Futsal diera su brazo a torcer. Además, poco después, Dani Carbonell recortó distancias con un disparo con su pierna derecha. Fue el comienzo de una remontada que se quedaría en nada después, pese a que los de Diego Gacimartín mantuvieron la misma intensidad en su juego y pese a que Mordi resolvió con acierto los últimos contragolpes del Barça antes de que terminara la primera mitad.
El partido amaneció tras el descanso con un aviso del azulgrana Guille al larguero y con el tanto de Iván Quintín, que sí que hizo diana y puso el empate a dos. Llegaron entonces los mejores minutos del Segovia Futsal, al que sin embargo enviaron a la lona justo después de que Alvarito estuviera a punto de conseguir el 3-2 con un taconazo. Pol Pacheco, el autor del segundo gol barcelonista, entró como un cuchillo en la defensa segoviano y forzó el error de Dani Mejías, que se marcó en su propia portería.
Ese nuevo mazazo encontró respuesta en una ocasión de Iván Quintín que terminó en el palo, pero el partido pasó a ser de ida y vuelta y el Barça se movió con más acierto en esos parámetros. Aunque Juan Emilio culminó un contragolpe y puso el 2-4, el equipo de Diego Gacimartín tuvo una última oportunidad de meterse en el partido al jugar dos minutos en superioridad con la expulsión de Constantino. pero no tuvo la suerte de cara y los azulgrana sentenciaron poco después.