El líder saca el rodillo en Canterac

Aunque más que desde el saque de centro, realmente empezó a ponerse cuesta arriba a los cuarenta segundos de choque. Ahí terminaron las opciones de ganar para el conjunto de Yepes. Un balón sin aparente peligro terminó con un despeje al aire del guardameta que recogió Reyero. Se giró y, a puerta vacía, no pudo marcar desde una distancia lejana, pero factible.

Más allá de esa acción, el equipo berciano comenzó dominador, como le gusta. Amarró el esférico, abrió el campo y buscó los resquicios que dejaba una defensa verde, no precisamente por el color de su camiseta, sino por su endeblez. Quería sacar la pelota jugada cuando no se podía y sin el balón también sufría. Hugo ajustició a los béticos al borde del área pequeña tras una gran acción colectiva, pero el golpe definitivo llegó unos minutos después.

El hecho de estar por delante no hizo al filial de la Ponfe cesar en la presión a los dos centrales. Y sacó fruto. Víctor se entretuvo con el balón, Hugo se la birló y David cometió penalti en el momento en el que el delantero tiraba el regate, pues si no era gol seguro. La sorpresa llegó con el color de la tarjeta, porque la jugada merecía ser de amarilla puesto que había balón de por medio. Sin embargo, David fue expulsado y el Betis afrontó más de una hora con diez y con un resultado poco esperanzador.

Porque Óscar transformó el penalti ante Ángel, que entró por Rodri y debutó en Regional con el conjunto bético. Las opciones reales murieron ahí, aunque eso no evitó un arrebato de orgullo de los pupilos de Yepes, que gracias a su intensidad a la hora de robar el esférico gozaron de algún acercamiento peligroso. Sobre todo, gracias a Juan.

De nuevo fue él quien generó más desequilibrio, pero estaba solo. Tras la expulsión y el cambio de esquema, Reyero desapareció y arriba no contaba con apoyos. A ello se le juntaba la defensa férrea que tenía enfrente. Lo siguió intentando Juan, y cuando el partido caminaba hacia el descanso, Moussa se inventó un pase delicioso a la espalda de la defensa para que Óscar, por segunda vez, quitara cualquier esperanza a la afición local.

La segunda mitad resultó prescindible. Los forasteros no quisieron hacer sangre, pero tampoco permitieron ningún rasguño. Prefirieron guardar la ropa, mantener un dominio estéril que gracias a la entrada de Cerro se acrecentó y ya solo era cuestión de que el tiempo avanzara. También para un Betis fundido, al que no le salen las cosas. Tampoco tiene suerte con las lesiones, ya que Juande se tuvo que retirar muy dolorido.

En su lugar entró Chema, que perdonó en un mano a mano y, posteriormente, Juan rozó el golazo con un disparo que se marchó lamiendo la escuadra. Se le hizo muy larga la segunda mitad a los hombres que adiestra Yepes, que acabaron encajando el cuarto sobre la bocina. Tony, que cuajó una segunda parte excepcional, puso la guinda tras una buena jugada individual. El Betis se queda en la zona baja sin poder mejorar su imagen de los primeros partidos.

El Laguna perdió otra opción de reengancharse al tren de cabeza contra un rival directo. La Bañeza se llevó el choque por la mínima, gracias a un gol de córner mediada la segunda parte. No mostró solvencia la zaga local y en el área pequeña Mateo se aprovechó para marcó el único gol del choque.

El Mojados sigue con la negra fuera de casa, donde solo ha sumado un punto. Esta vez, ninguno, al caer goleado ante el Atlético Mansillés, en un choque marcado otra vez por los errores en defensa. Es más, los dos primeros tantos volvieron a producirse por una mala salida de balón. Los anfitriones presionaron y se llevaron el premio.

Entre medias, Samu hizo diana tras un gran regate e igualó la contienda. Eso sí, al descanso los hombres de Adri Fraile ya iban por detrás en el marcador. El tercer tanto de Dani, en una falta polémica, sentenció el duelo y Cristofer, de nuevo a balón parado, cerró la goleada.

Se ahogó en su propia calma el Villa de Simancas. No pasó del empate a cero ante un Monterrey inofensivo. Los locales gozaron de ocasiones y muy claras en la primera mitad, pero a costa del ritmo lento que imprimieron al encuentro se fueron quedando sin margen y se llevaron una igualada que sabe más a derrota.

Dani Blanco fue el más activo del colectivo simanquino. Tuvo la más clara cerca del descanso con un remate bastante libre de marca que se marchó fuera por poco. Pablo también tuvo que salvar una acción embarullada del Monterrey. Tras el descanso, el Simancas lo intentó por arriba a base de centros que se perdían sin rematador. Ni siquiera la entrada de Veintimilla lo remedió.

La Cistérniga cayó en un mal partido ante el Fabero. No pudo prolongar con tres puntos su racha y se queda más lejos del liderato. A los cinco minutos el plantel de Roberto García ya perdía, pero el empate de More y la expulsión de un jugador local animó la contienda. Se le vino en contra eso a los visitantes. De falta, el Fabero marcó el segundo y desde entonces se jugó a lo que quiso el Fabero; es decir, a muy poco.