Sube y baja en Segunda División

Se acabó. No va más. La temporada regular en Segunda División ha acabado y las alegrías y las penas se reparten a partes iguales. Salió cara para el Leganés, ascendido directamente a Primera con ese gol del central Insúa que les llevó a la gloria directamente desde Anduva, un campo que ya nunca podrá salir de la cabeza del aficionado 'pepinero'.

Contentos también, al menos por el momento, en Tarragona, aunque pudo ser mejor, en Córdoba, Girona y Pamplona que vieron como la goleada de Osasuna en el Tartiere les hacía merecedores de un puesto en la lucha por el ascenso. A partir de aquí comienza otra guerra y ya solo puede quedar uno.

El palo más inesperado de la jornada se lo llevó el Real Zaragoza en Palamós ante la Llagostera. Como si de un partido de Garbiñe Muguruza se tratara los catalanes, descendidos desde hace varias jornadas, endosaron un 'set' (6-2) a los aragoneses que perdieron todas sus opciones de luchar por ascender cuando más fácil lo tenían. En Alcorcón necesitaban casi un milagro y a pesar de cumplir y golear al Elche, el resto de resultados no acompañaron y tendrán que esperar, al menos, otra temporada para intentar el asalto a Primera.

La cruz de la jornada se vivió en El Toralín. El Girona se subía al tren del ascenso a costa de hundir a la SD Ponferradina en el pozo de la Segunda División B y los bercianos acompañarán a los ya descendidos Albacete, Llagostera, y Bilbao Athletic. El Mallorca consiguió su objetivo: sacar tres puntos en Zorrilla y espera un tropiezo de uno de sus dos oponentes. El Almería respiró aliviado con el gol gerundense casi al final del choque ya que no pudo pasar del empate en Córdoba.

Por cierto, el título honorífico de campeón se lo llevó el Deportivo Alavés con su empate ante el Nástic de Tarragona. Los de Bordalás cierran así una campaña maravillosa.