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Javito presiona a un jugador del Riberia durante el partido disputado este sábado. El Norte

Un punto para seguir soñando

El Segosala logra un sufrido empate en Galicia y llegará a la última jornada de liga con opciones de pelear por el ascenso a Segunda

El Norte

Segovia

Sábado, 15 de mayo 2021, 22:37

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Pudo volverse de tierras gallegas con los tres puntos y acariciar con los dedos el sueño de jugar la fase de ascenso a Segunda División, pero el Segosala Segobús dio por bueno el punto conseguido frente al Ribeira en un bonito encuentro de fútbol sala que deja todo por decidir para la última jornada de liga, que se disputará dentro de dos semanas. Los segovianos, con la baja sabida de Edu por motivos laborales y de Pedro Bayón por capricho de los colegiados (no le dejaron jugar con la máscara protectora de su lesión en nariz), supieron sufrir para rascar un punto que en función del resultado de hoy entre O Esteo y Unión Arroyo puede valer para llegar a la última jornada dependiendo de ellos mismos.

Ribeira

Arenas, Pablo, David Quintela, Christian y Carlos -cinco inicial-. También jugron: Francisco, Pablo, Diego, Javier, Raúl, Daniel Quintela e Ignacio.

1

-

1

Segosala

Cárdaba, César, Samu, Álex y Pablo -cinco inicial-. También jugaron: Javito, Guille, Julio, Marcos, Monir y Óscar.

  • goles. 1-0 David Quintela (min 28) y 1-1 Monir (min 32).

  • árbitros. Moreira Bermúdez y Otero Mira. Amonestaron a los locales Christian, Carlos, Javier, David, Samuel y Daniel y a los visitantes Marcos, Samu, Julio y Cárdaba.

El Ribeira, al igual que el Segosala, sabía de la importancia del choque. Frente a su afición, el conjunto gallego tenía aún menos margen de error que el equipo segoviano, algo que se pudo adivinar desde el pitido inicial. El choque comenzó abierto, sin un dominador claro y con los dos equipos tratando de minimizar riesgos. No era cuestión de dar facilidades al rival. Y mientras los locales buscaban la portería de Cárdaba con balones directos hacia la posición de Christian, el Segosala amagaba con darle velocidad a la contienda tras cada recuperación de balón,

El portero del Segosala salvó las dos primeras a Christian y a Quintela, respondidas en el área contrario por Julio con un disparo lejano y con un mano a mano de Monir que desbarató el meta local. Y si al partido le podía faltar ritmo, la intensidad no era algo que se echaba en falta. Con un Ribeira que protestaba todas y cada una de las acciones a una pareja arbitral que no estuvo a la altura del choque, pronto los segovianos se sintieron más cómodos sobre la lenta cancha gallega.

Monir empezó a desequilibrar, Pablo ofreció minutos de calidad y Julio amenazó constantemente con el uno contra uno. El Segosala crecía y tan solo el buen hacer de Arenas bajo palos evitó que el equipo de Ángel Zamora se pusiera por delante en el marcador. Un dominio que no era abrumador y que no evitaba que el Ribeira llegase a la portería de Cárdaba, aunque sin acierto.

Los gallegos supieron sufrir en el tramo final de la primera parte, con cinco faltas en su casillero a falta de siete minutos para el descanso. Bajaron su intensidad y eso lo aprovechó el Segosala, que bombardeó la portería gallega con hasta seis ocasiones (tres de Pablo, dos de Julio y una de Monir) en menos de un minuto. Pero al igual que hace siete días, la pólvora estaba mojada. Suerte que Cárdaba se mostraba seguro para evitar los tímidos acercamientos locales.

Final abierto

Tras el paso por vestuarios el Ribeira entró mejor a la cancha. Todos los espacios que los segovianos habían encontrado en el tramo final del primer acto fueron cerrados en el segundo. El Segosala no salía de la presión, el uno contra uno no funcionaba y los balones a la espalda gallega no eran precisos.

Las ocasiones eran gallegas y tan solo Álex y Samu pudieron acercarse a la portería local. Y a falta de trece para el final, Ribeira encontró premio a su buena segunda parte con una volea de Quintela que tras tocar ligeramente en un defensor se convirtió en el 1-0. Con ventaja para los gallegos, el Segosala arriesgó algo más y el Ribeira pareció aceptar un partido abierto para intentar sentenciar. No pintaba bien la cosa para los visitantes, que además perdieron a Julio por una lesión en su rodilla.

Pero entonces apareció Monir, tras robo de balón de Guille, para poner el 1-1 en el marcador. Faltaban ocho minutos en los que jugarse media temporada. Y pudo pasar cualquier cosa. La falta de acierto local y el buen hacer de Cárdaba evitaron la derrota del Segosala, que incluso soñó con la victoria con dos genialidades de Monir que se marcharon por poco. Pero el sueño sigue vivo. El desenlace en dos semanas.

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