Ewan celebra la victoria al sprint por delante de Cimolai, del Movistar Team. Carlos Espeso

Vuelta Ciclista a Castilla y León

Caleb Ewan lleva Castilla y León a las Antípodas

El sprinter australiano gana la Clásica autonómica en La Cistérniga, en una carrera con los últimos ecos del Tour

Juan J. López

Valladolid

Martes, 23 de julio 2024, 21:21

Hace menos de una década, que un ciclista de Sidney, en las Antípodas de la cuna de las dos ruedas, lograse ganar una carrera al ... sprint a franceses, belgas, neerlandeses, incluso –sí– españoles o italianos, hubiese sido una quimera. Un delirio que la globalización ha hecho posible, hasta el punto de que hoy en día, los 'aussies' pelean de tú a tú el pelotón, con los Hidley, O'Connor, candidatos al podio en el Tour de Francia o el propio Caleb Ewan, que este martes se convirtió en el nuevo ganador de la Clásica de Castilla y León en La Cistérniga.

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En una carrera diseñada para la volata final, y sin la aparición del temido viento, el único contratiempo estuvo en el calor, con los termómetros por encima de los 35 grados en las carreteras de la provincia de Valladolid. Un hándicap que no fue un problema para el corredor australiano acostumbrado al Tour Down Under de su país, en el que no hace tanto la prueba salió con 44 grados en el asfalto... O que ha llegado a atravesar territorios de ceniza, calcinados por los incendios más voraces del planeta. De ahí la adaptación de Ewan, quien tenía marcada la prueba de Cadalsa para volver a levantar los brazos cinco meses después de hacerlo en el Tour de Omán.

Con un sprint poco ortodoxo, pero efectivo, el corredor de 30 años del Team Jayco Alula –también australiano– pegó el pecho al manillar para ser el más rápido sin necesidad de foto finish en la meta de la localidad vallisoletana. Acoplado, con una posición aerodinámica y beneficiándose de una estatura muy inferior a la de sus rivales, el italiano del Movistar, Davide Cimolai, y el belga del Arkea Jenthe Biermans, Ewan ya lideró el sprint en el repechín previo a la meta, para imponer su rueda ya por inercia en la caída a la meta.

Puño en alto y victoria para iniciar la segunda parte de la temporada. Esa que marca el calendario post Tour, en el que todos los ciclistas marcan Juegos Olímpicos, Mundial o Vuelta a España, con los deberes para las últimas clásicas de la temporada en los meses de otoño. Entonces será el momento de hacer balance. Así lo veían en el autobús del UAE, que con casi ¡SESENTA! victorias esta temporada, buscaban en Valladolid una más, con el joven portugués Antonio Morgado como estilete. No hubo opciones, aunque el luso se llevó el premio sub-23, en una demostración del talento que acapara la formación emiratí, en la que también se dejaron ver corredores como Jan Christen o el neozelandés Fisher-Black –por lo de las Antípodas–. Todos ellos, y junto a Arrieta, con ganas de apurar sus opciones para estar en el equipo de La Vuelta, en la que el UAE tiene trabajo para deshojar la margarita del que hoy por hoy es el mejor equipo del mundo. «No es flor de un día», admitía el director de la formación de Pogacar, el exciclista italiano Manuele Mori, que capitaneó a la escuadra de los Emiratos en el Giro de Italia y también lo hizo en las carreteras castellanas y leonesas.

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Mori echó de menos a su sprinter, al colombiano Juan Sebastián Molano, para que Ewan tuviese algo más de trabajo en la meta. Para quizá haber preparado el 'tren' de la volata por las calles de La Cistérniga. Una hilera con la que emular, en versión sprint, a lo hecho hace solo unos días por Adam Yates, Pollit o João Almeida para Pogacar. «Es una cuestión de calendarios», zanjó el italiano, al tiempo que veía como sus rivales, con el Astana a la cabeza, acababan con la fuga de la jornada para preparar el sprint para otro de los favoritos, el alemán Max Kanter.

No tuvo su premio porque sus compañeros no pudieron hegemonizar la llegada, sin una escuadra dominadora, y más con la guerra –casi individual– de los velocistas del Lotto, del Movistar, el Arkea o el propio Jayco con Ewan.

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Antes del desenlace, los corredores completaron los casi 200 kilómetros de la jornada, con protagonismo para los equipos nacionales UCI ProTeam, con el premio de la clasificación por equipos para el Caja Rural; o las metas volantes para Edgar Curto, del Illes Balears. El equipo balear, junto con al de la entidad bancaria, el Euskatel o el Burgos BH, se dejaron ver durante muchos kilómetros para liderar en los cinco altos de tercera categoría: Robladillo (kilómetro 15,4), La Garganta (kilómetro 81,5), Portillo (kilómetro 88,1), La Armedilla (kilómetro 145) y Olivares (kilómetros 155,8).

Fue Carlos García, del Kern Pharma, el último en desafíar al pelotón capitaneado por el Astana. El ciclista, hijo del mítico corredor Félix García Casas, y cuyo hermano Raúl ha sido protagonista en el Tour con el Arkea, fue neutralizado a falta de menos de 20 kilómetros para la meta, y la Clásica fue a parar a las Antípodas, y lo hizo a toda velocidad.

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