Un sólido Recoletas da un paso de gigante hacia la salvación matemática

El Recoletas Atlético Valladolid dio un paso de gigante para mantener la categoría tras vencer al colista gracias, en buena medida, al partidazo de su portero, César Pérez. Llegaba el Recoletas al Pabellón Municipal Dos Deportes de Pontevedra tras el gran triunfo cosechado la jornada anterior ante el Helvetia Anaitasuna, con el objetivo de dar otro paso más hacia la salvación en la cancha del último clasificado.

El partido comenzó con los dos equipos muy concentrados, evitando perder balones y asegurando al máximo sus posesiones de ataque, para no recibir goles al contragolpe. Los ataques eran espesos y no había demasiada fluidez, sobre todo por parte del bando pucelano.

Tras unos primeros minutos de tanteo, el conjunto local logró un parcial de 3-0 que obligó a David Pisonero a pedir tiempo muerto (7-5). Su equipo no tenía las ideas claras en ataque y sus jugadores se pasaban el balón sin un criterio definido y acabando las posesiones sin acierto.

Aún tuvo que recibir otro gol, esta vez de penalti convertido por Álex Chan, para que reaccionara el Recoletas. Lo hizo desde la portería, donde César Pérez se convirtió en un muro casi infranqueable y con tres grandes paradas dio alas a sus compañeros para que convirtieran el 8-5 en contra en un esperanzador 8-8.

Había tenido su momento el Cisne y no lo había sabido aprovechar. El partido se igualó durante casi diez minutos con protagonismo de un Miguel Martínez soberbio en el extremo derecho. Pero fueron Dimitrioski y Herrero los que, con sendos dobletes, llevaron en volandas a su equipo, junto con César Pérez (otras dos buenas paradas más) para alcanzar el descanso con la máxima ventaja a su favor (13-16).

Lo había pasado mal el conjunto vallisoletano, pero afrontaba la segunda parte con un buen colchón de tres goles que le permitía traspasar toda la presión al cuadro local.

El paso por los vestuarios no mejoró las prestaciones del equipo lerezano que volvió a la cancha sin espíritu y prácticamente entregado. Tres goles, obra de Herrero, Freitas y Borja Méndez, y otras dos buenas paradas de un inmenso César Pérez, obligaron a Javi Márquez a parar el partido en un intento a la desesperada por evitar el desastre. No se habían cumplido ni cinco minutos de la segunda parte.

Pombo asumió la responsabilidad en ataque, con dos goles, y la exclusión de Freitas, por una dura falta precisamente sobre Pombo, dio algo de aire al Cisne, que logró dos goles desde su campo aprovechando la ausencia de César Pérez.

No quería David Pisonero que su equipo bajase el ritmo y pidió tiempo muerto para apaciguar el intento de reacción de la escuadra cisneista. Lo consiguió gracias a la producción goleadora de los hermanos Martínez, que entre ambos colocaron nuevamente la diferencia en seis goles (22-28).

Los minutos pasaban y las opciones del colista menguaban. A falta de cinco para el final, el partido estaba casi sentenciado (25-31) y el Recoletas jugaba con el tiempo para amarrar un triunfo que le acerca a la salvación definitiva.

Mateo Arias maquilló el resultado para su equipo en un último minuto en el que el equipo vallisoletano jugó sin tensión dejando correr el reloj, sabedor de que el triunfo estaba en su poder desde hacía varios minutos (29-33).

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