El Recoletas logra un empate en un partido muy igualado ante el Frigoríficos del Morrazo

De salida, David Pisonero optó por un 5-1, situando a Camino sobre Del Arco. Y ya de inicio se iba a comprobar que iba a ser un choque muy igualado, con un Frigoríficos del Morrazo que trataba de imponer un juego más lento y pausado (rozando el pasivo en muchas fases), y de ahí ese marcador final con 25 goles para cada equipo, cantidad que no es muy habitual en un partido de balonmano. Todo lo contrario que los de David Pisonero, a los que les gusta jugar mucho más rápido.

Con D'Antino acertado en los siete metros en esos primeros instantes, el encuentro se movió constantes alternativas en el marcador, hasta que los de Nacho Moyano fueron aumentando la presión defensiva, y el Recoletas comenzó a estar menos acertados en ataque. Tampoco defendían con contundencia y aunque Lamariano estaba acertado, no podía detener todos los lanzamientos que llegaban a su portería, lo que aprovecharon los lanzadores visitantes para romper ese equilibrio.

Con el 9-12 en el electrónico, David Pisonero pidió un tiempo muerto para tratar de reorganizar a sus jugadores, pero lo cierto es que no terminaban de hallar esa contundencia defensiva, aunque ofensivamente, al menos, fue capaz de reducir la ventaja de cuatro goles obtenida por los de Cangas (10-14) a dos (13-15, resultado con el que se llegó al descanso)

En la segunda, el conjunto vallisoletano, a base de esfuerzo y trabajo, y gracias también a las paradas de César Pérez, que salió en esta fase, fue creyendo más en sus posibilidades. José Toledo con sus goles y también la labor de Alejandro Pisonero, se echaron el equipo a sus espaldas cuando más lo necesitaba.Llegó incluso a igualar el marcador (20-20), lo que obligó a Moyano a pedir un tiempo muerto para impedir la remontada del Recoletas. La mejoría defensiva fue clave para esa reacción azulona, pero seguía resultando insuficiente para dar la vuelta al marcador. No conseguía ponerse por delante en el marcador y tuvo sus opciones que no logró aprovechar.

Pisonero volvía a solicitar un tiempo muerto a falta de siete minutos para el final, con empate a 23 goles, en busca de un revulsivo que resultara definitivo y sirviera para lograr la victoria. Con empate a 25, que resultaría definitivo, los vallisoletanos tuvieron hasta tres ocasiones para llevarse el encuentro, pero Javi Díaz y el poste impidieron que cambiara el resultado y, en la última jugada, César Pérez también anulaba el intento de los de Cangas por añadir otro tanto en una jugada que acabó con un lanzamiento de falta sin consecuencias.