El Recoletas hace los deberes
El Atlético Valladolid derrota por tercera vez en este curso al Blendio Sinfín y agarra la permanencia
El Recoletas ha hecho los deberes. El Atlético Valladolid derrotó por tercera vez en esta campaña al Blendio Sinfín, que solo estuvo en partido 45 ... minutos. En ese momento, su siete contra seis perdió efectividad y el cuadro de David Pisonero cogió una renta que iba a engordar hasta ser definitiva. Buen trabajo defensivo en el Recoletas que ayudó a un sensacional César Pérez a seguir con una final de temporada bestial del portero. En un encuentro coral brillaron con luz propia Tarcisio Freitas, letal en la segunda parte con poderosos lanzamientos, la efectividad de Miguel Camino, autor de cinco tantos, y la aportación realizadora de Álvaro Martínez, que anoto seis dianas, dos de ellas desde los siete metros. Un triunfo que matemáticamente evita el descenso directo y virtualmente la promoción. Lo dicho, los deberes hechos a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato y después de un año que ha habido que sufrir de lo lindo en la pista, el banquillo y la grada.
Recoletas
César Pérez (12 paradas, 1 gol), Méndez (3), Blanco, Álvaro Martínez (6, 2p), Miguel Camino (5), Toledo (3), Dimitrievski (3) -equipo inicial-, Pedro Martínez, Herrero (2), Freitas (6), Rosell, Dimitrioski (1), Miguel Martínez y Lamariano (ps).
30
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25
Sinfín
Aly (4 paradas), Aguilella (4, 2p), Zaja (4), Monzón (4, 1p), Leo Alonso, Basualdo (1), Perbelini (4) -equipo inicial-, Bono (4), Herrero Lon (1), Óscar García, Gustavo Alonso (1), Pla (2), Jacob Díaz y Ernesto Sánchez (5 paradas).
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Marcador cada cinco minutos 2-1, 5-5, 6-5, 8-7, 10-11, 12-13 (descanso); 15-14, 16-17, 21-21, 25-23, 28-24 y 30-25.
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Árbitros Raúl Oyarzun y Aritz Zaragüeta. Excluyeron al local Dimitrievski y al visitante Basualdo.
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Incidencias Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de la Liga Plenitude Asobal disputado en Huerta del Rey ante 1.782 espectadores.
La cosa comenzó muy dura, con una acción de Basualdo sobre Toledo que mereció más que los dos minutos. No se llevaba ni un minuto de juego. El Recoletas, con una buena defensa y César Pérez a a lo suyo, consiguió abrir una pequeña renta de tres goles (4-1, min. 7). El zurdo Zaja era el único de los visitantes que empezó acertado en sus lanzamientos. Y en un santiamén, Sinfín igualó a cinco después de errores de lanzamiento locales. El partido era pura tensión.
Otro arreón local les llevó a irse de nuevo de tres (8-5). Sinfín pasó a atacar con siete jugadores de campo. Primera variación táctica que le permitió al conjunto santanderino recortar en el marcador. Balones perdidos y mayor fluidez ofensiva visitante que sirvió para encajar un parcial de 0-3 que llevó de nuevo la igualada en el marcador. Freitas tuvo que tomar camino del banquillo tras un golpe en tobillo.
Garabaya regresó a atacar con seis. Sabía que la fórmula le había funcionado. Incluso llegó a adelantarse por primera vez (8-9). La igualdad había presidía la primera mitad.
Freitas retornó a pista en los últimos minutos después de unos minutos de descanso y pasar por los manos del médico. Errores en el pase y malas decisiones provocaron que el Sinfín entrase un gol arriba en el último minuto. Tiempo muerto de Pisonero para la última jugada, que no salió. Sinfín se abonó también al tiempo muerto para preparar la última acción a falta de veinte segundos para el receso. Garabaya optó por repetir con siete jugadores de campo, pero la jugada tampoco llegó a buen puerto. Con 12-13 vino el descanso. El Recoletas había jugado a rachas y su rival siempre había estado al acecho. Era una carrera de fondo.
El Recoletas abre hueco
El Recoletas volvió a adelantarse en los primeros minutos, pero el Sinfín seguía ahí. César Pérez se mostraba acertado bajo palos y Miguel Camino también cara a puerta. Los locales mandaban 16-14. Pero no había tregua y de nuevo la igualdad volvió al marcador.
Sinfín regresó al siete contra seis. Le había ido bien en la primera parte y volvió a funcionarle en la segunda. La defensa local era superada. Con 17-18, Pisonero pidió tiempo muerto para ordenar las tropas. Perbilini comenzó a ver portería en el lado cántabro.
Pasado el ecuador, Recoletas mandaba de dos goles (24-22). Era el momento de abrir brecha, pero el rocoso equipo de Garabaya aguantaba el tipo. Volvió a atacar con seis, pues las últimas defensas locales habían sido buenas. Bono erró un siete metros y Freitas, en estado de gracia, fusiló a Ernesto Sánchez para poner el 26-23 en el electrónico. Sinfín colapsaba en ataque y ahora le tocó pedir tiempo muerto al técnico del conjunto cántabro.
Borja Méndez llevó la renta a cuatro. Quedaban menos de siete minutos para la conclusión del choque. La grada estaba enardecida. La diferencia subió a cinco tantos (28-23, min. 54) y luego seis (30-24). César Pérez ponía sus paradas. Seguro que los hombres del Sinfín sueñan con él como en el partido de Copa del Rey.
El partido fue muriendo entre la satisfacción de la animosa afición local. El Recoletas había hecho los deberes. Tres victorias consecutivas que han llevado al equipo a salvar la temporada. La piña final de los jugadores y técnicos lo dice todo. Y de la comunión con la grada, qué decir.
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