La normalidad de un club en el que sus jugadoras devuelven dinero en sobres
Ana Belén Pastor, expresidenta del BM Aula desde el pasado 30 de junio, denuncia «irregularidades contables» procedentes de la anterior legislatura, entre otras, que las jugadoras con contrato de 40 horas debían devolver, a final de mes y en metálico, una parte de su sueldo
'Esto se hacía así'. La forma de gestionar el BM Aula durante los últimos doce años ha terminado por desatar la tormenta perfecta en ... un club escindido en dos partes iguales como si se tratara de una sandía. El resultado de las últimas elecciones, 7 votos a 6, encumbró por sorpresa a la presidencia a Ana Belén Pastor, dejando compuesta y sin bastón de mando a la directiva del anterior gestor, Cayetano Cifuentes. Ese voto, el de Miguel Ángel Peñas –despedido unos días antes por el propio Cifuentes–, sirvió para desnivelar la balanza pero también para cambiar un modelo de gestión. Una forma de hacer las cosas en un club familiar como es el Aula, que ha pasado a gestionar un presupuesto superior a los 600.000 euros en la última temporada.
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La transición, repleta de baches y zancadillas siempre que hay una escisión, dejó un club difícil de descifrar para una persona, como Ana Pastor, que nunca antes había acometido una empresa de esta magnitud. Ella, según asegura, llegó con un proyecto a cuatro años repleto de iniciativas, y sin embargo muy pronto se dio cuenta de que sus ideas se iban a quedar en un segundo plano, devoradas por la gestión del día a día y por la falta de explicaciones a 'esa forma de hacer las cosas' de la directiva anterior. Pastor asumió el bastón en julio de 2024 –días después pediría una auditoría–, y ya en octubre detectó una serie de irregularidades que la hicieron saltar de la silla. «Cuando entras en una empresa te tienes que poner al día, y eso implica saber qué subvenciones entran, lo que está pendiente, deudas como la que había con Cadac [tienda de deportes] de 5.000 euros,... y eso lo tienes que compaginar con la gestión del día a día», asegura hoy Ana Belén Pastor, expresidenta ya del Aula tras presentar su dimisión el pasado 30 de junio.
En los últimos años nadie, ni jugadoras ni agentes, han denunciado esta situación; solo una jugadora pidió hacer los pagos por transferencia
Una de las irregularidades más llamativas que descubre es el pago que hacen algunas jugadoras al club en sobres cerrados. «No digo que sea ilegal, pero no lo entiendo. No entiendo que haya un contrato paralelo con las jugadoras», apunta. El club contrata a 8 jugadoras a 40 horas y otras 4 a 20 horas, y las primeras devuelven una parte de sus sueldos al final de cada mes. ¿Por qué motivo? «Intenté que se me explicara pero se me dijo que ellos ya no estaban en el club. Entonces yo llevo esos contratos a la asesoría, y me dicen que eso no es posible. Que si es un contrato de 40 horas, tú no puedes cobrar por debajo del SMI», asegura. Acto seguido, ella pregunta en el club. «Y se me dice que tienen que devolver dinero porque si no fuera así, tendríamos jugadoras de más nivel», añade sorprendida. «Y yo lo que pregunto es ese dinero que devuelven, ¿dónde está contabilizado en todos estos años», exclama.
– 'Esto se hacía así', es la frase más repetida en el último año.
Una práctica, al parecer extendida y generalizada en clubes de nivel medio de la máxima categoría del balonmano español, que cuenta con la connivencia de las propias jugadoras y sus agentes. Solo una, Jimena Laguna, quiso regularizarlo haciendo el pago mediante transferencia bancaria.
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«No digo que sea ilegal, yo lo que digo es, ¿dónde está ese dinero? ¿Adonde se ha ido? No aparece en las cuentas», se pregunta Ana Pastor
En todo este tiempo no ha habido una sola denuncia por lo que se considera una fórmula válida para sortear ciertos requisitos formulados desde la federación. Las cantidades oscilan en función de las jugadoras, con algunas superando pagos de 300 euros al mes. «Yo lo que digo es, ¿dónde está ese dinero? ¿Adonde se ha ido? Hay jugadoras que nos han pedido un 'recibí' y que también querían saber donde iba ese dinero», insiste Ana Pastor, quien en noviembre optó por poner toda la documentación de que disponía en manos de los servicios jurídicos. «Yo ya había hablado con la asesoría para no tener que hacer esto la próxima temporada, pero se me ha aconsejado que me eche a un lado hasta que esto se aclare», explica, admitiendo que se la ha requerido formalmente a la directiva anterior dónde han ido estas cantidades, así como otras de las que no hay constancia. «Tampoco se han registrado los ingresos de las taquillas de la mayoría de partidos de los últimos cuatro años. Lo he repasado todo, me dicen que hay que ingresar la taquilla con su numeración correspondiente, tal y como hemos hecho esta temporada, y eso no aparece en el caso de las últimas temporadas», afirma –la ya expresidenta porta una carpeta con toda la documentación y los ingresos en las cuentas del club, en las que solo se ven ingresadas las taquillas de dos partidos, ante el Bera Bera en 2020 y ante Guardés en el año 21–. «Ahora ya como socia de número que soy, espero que den esa información. Cuando yo he ido de socia a las asambleas se han aprobado las cuentas y adiós, pero nunca se ha podido cuestionar nada porque no se nos han dado», añade la presidenta saliente del BM Aula.
Sin explicaciones
Este diario ha intentado ponerse en contacto con el anterior presidente para conocer su versión y una explicación a esos pagos de las jugadoras, pero ha sido imposible. Desde el entorno del balonmano en Valladolid se apunta a posibles adelantos pactados con las jugadoras, e incluso a partidas que abona el club –alquileres, facturas de luz o agua– y que devuelven a posteriori las propias jugadoras.
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Todos los consideran normal, pero nadie tiene una explicación coherente, ni los preguntados por la ya expresidenta ni los consultados por este diario.
En cualquiera de los casos, una extraña normalidad que acompaña al Aula en los últimos años con una gran sombra de duda, eso sí, sobrevolando su contabilidad.
Un club, de nuevo en proceso electoral, que este lunes, día 14, concluye su plazo de presentación de candidaturas con una sola en el horizonte, la de Juan Ignacio Hernández, vocal en la directiva de Cayetano Cifuentes perdedor hace un año frente a Ana Belén Pastor. En caso de asomar una segunda por sorpresa, se necesitará de una votación entre los dieciséis socios de número con derecho a voto. Ya no cabría un resultado de 7-6 como el del año pasado, por lo tanto, pero sí un 8-8...
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