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Abel Serdio lanza a portería.
Atlético Valladolid y Naturhouse firman tablas

Atlético Valladolid y Naturhouse firman tablas

Los pucelanos tiraron de orgullo para empatar un partido que perdían por tres goles a falta de cinco minutos

inés morencia/efe

Viernes, 27 de enero 2017, 23:28

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El Atlético Valladolid y el Naturhouse firmaron tablas en un encuentro dinámico y lleno de variantes por parte de ambos conjuntos, de cara a apuntalar sus esquemas para la reanudación de la liga y corregir los errores al máximo para cumplir sus respectivos objetivos.

Los dos técnicos demostraron, desde el inicio, su clara intención de hacer pruebas, de dar minutos a todos los jugadores y ultimar su preparación de cara al inicio liguero, pero ambos equipos mostraron seriedad defensiva y organización en ataque para dejar constancia de que no se trataba de un mero amistoso.

Diego Camino salió muy enchufado y, con una gran dirección de juego, a la que añadió su efectividad en los lanzamientos, permitió a los locales no perder el hilo que trató de romper el conjunto logroñés tras unos primeros minutos de juego fluido que le dio el control del marcador.

Langaro también se apuntó al carro de los goleadores y se convirtió en una pesadilla para la defensa vallisoletana, merced a su potente tiro exterior, que les daba una mínima ventaja a los riojanos, aunque el Atlético Valladolid fue ajustando la defensa y no dio pie a que dicha renta se ampliara.

Aguinagalde y César Pérez protagonizaron su propio duelo, con buenas intervenciones para uno y otro equipo, que supieron adaptarse a los diferentes cambios, de ahí que, al descanso, merced a un último gol de Lorasque para los vallisoletanos, se llegara con un apretado 13-12.

Los pupilos de Jota recargaron las pilas y, tras la reanudación, volvieron a sorprender a la defensa local con rápidas jugadas de contraataque para tomar la delantera en el electrónico (14-16), lo que Nacho González trató de frenar con un tiempo muerto.

Sánchez Migallón reclamó su protagonismo y no falló desde el extremo, lo que permitió a su equipo seguir conservando la ventaja de dos goles, ante una defensa vallisoletana que bajó el nivel, pero no así su capacidad de anotación, gracias a Víctor Rodríguez, que se encargó de echarse al equipo a sus espaldas en esa faceta.

No fue suficiente para impedir que el Naturhouse siguiera con el programa establecido, mejorando la defensa, en la segunda parte bien culminada con el trabajo de Kappelin, e imponiendo el ritmo en ataque, lo que derivó en mayores diferencias, hasta cuatro goles (23-27), a falta de cinco minutos.

La exclusión de Peciña dio impulso a los locales, que no tiraron la toalla, apretaron los dientes y echaron el resto para empatar a 27 goles y, tras un golazo de Langaro desde el exterior, aprovechar el último tiempo muerto de Nacho González para dejar el encuentro en tablas (28-28).

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