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No ha dejado de recibir bofetones el primer equipo de baloncesto de la ciudad desde que dio comienzo la temporada, y los dos últimos le ... han dejado tambaleando deportiva e institucionalmente. La derrota a manos de Cantabria, unido a su divorcio con el Real Valladolid, pone patas arriba su planificación de la próxima temporada.
–¿Retrasa en algo estas últimas noticias en esa planificación?
–Bueno, ya llevamos tiempo con ella, y lo que sí está claro es que ya no podemos jugar solo la carta de LEB Oro sino que hay que incluir en el escenario la posibilidad de que estemos en Plata [Segunda FEB]. Quedan cinco finales, y esa última en casa ante Menorca puede ser decisiva, así que como digo hay que tener en cuenta todos los factores.
–Con la temporada que viene arrastrando el equipo, ¿no pensaría salvarse cinco semanas antes del final?
–Es una temporada en la que hemos ido a tirones, con Palencia o Alicante hemos visto que sí podíamos ganar a cualquiera, y luego están partidos ante Morón o Cantabria donde ves que el equipo sale con la cabeza en otro sitio. Creo que la presión nos está afectando mucho y la estamos gestionando peor que otros equipos. Es verdad que tenemos el mejor calendario de todos los de abajo, pero hay que ganar los nuestros.
–No va a ser una planificación al uso ni se va a parecer en nada a las de los últimos veranos, ¿va a cambiar muchas cosas ese adiós al fútbol?
–Creo que este último año lo teníamos en previsión y ha servido ya de transición, viendo el último convenio que se firmó con apoyos que se veían reducidos, así que hemos trabajado ya sin esa gestión tan vinculada con el Real Valladolid de fútbol. El próximo año volveremos a los orígenes.
–¿Se volverá a llamar CBC el equipo?
–Hay que cerrar el patrocinio principal pero sí, volveremos a las siglas de CBCiudad de Valladolid.
–No hemos llegado a conocer en profundidad los términos de esa vinculación, así que no sabemos si el baloncesto pierde o no pierde con esta ruptura.
–Más allá del nombre, que para la ciudad sí era bonito llevar el mismo y los mismos colores, el fútbol nos apoyaba económicamente y también en la gestión del día a día que profesonalizaban nuestro club, algo que nos llevará a prescindir de algunas cosas.
–¿Pero pierde mucho, poco o nada?
–Pues yo creo que hemos ido perdiendo. De la temporada pasada a esta ya, hemos perdido algo. No diría que mucho, pero también es verdad que ganamos en que recuperamos una gestión independiente y si nos equivocamos ahora, lo haremos con nuestros errores. Al margen de esto, no es una buena noticia.
–Pero económicamente no se va a resistir el presupuesto.
–Hay una pequeña pérdida pero no se va a ver reflejada mucho en el día a día del club. Pero sí que tengo que decir que era de agradecer esa ayuda.
–Pero ahora mismo no es el principal de los problemas.
–No, no. Se pierden cosas porque nos pagaban ciertas áreas, que lógicamente ahora habrá que ver de cuáles podemos prescindir.
–Para empezar, necesitan hablar con otra marca de ropa deportiva.
–Estamos hablando con tres marcas, entre otras con Kappa, pero no lo tenemos cerrado. Antes lo cerraba el fútbol y ahora sí elegimos nosotros.
–¿Los colores?
–Pues nuestros orígenes son carmesí. Es una de las decisiones que hemos tenido encima de la mesa, porque ahora mismo pesa mucho que todo el pabellón sea morado y que el color que más nos identifica con la ciudad es el morado. Entonces, posiblemente no volvamos al carmesí.
–Hemos pasado por encima del presupuesto, pero ahí sí se va a haber afectado por la deuda que se arrastra.
–Hemos ido generando deuda en las dos últimas temporadas, que no era la filosofía del club, y en parte por querer aspirar a más de lo que podíamos, no hemos sido realistas. Hay que pensar que somos el club que menos apoyo institucional tiene, ahora mismo estamos en la mitad del segundo de Castilla y León. Burgos nos supera en cinco veces el apoyo que reciben de las instituciones y Tizona en el doble,... Si a eso le sumamos que vamos flojos en masa social, con 2.000-2.100 socios, no podemos correr antes de andar.
–¿Estamos hablando de 300.000 euros?
–Faltan cerrar cosas de contabilidad, pero sí tenemos un problema de tesorería que está en esos 300.000 euros.
–¿Y esa deuda va a crecer al cierre de este curso?
–Vamos a generar algo más de deuda porque hemos cuadrado bien los gastos, pero ha habido dos parcelas que teníamos presupuestadas y que hemos perdido. El año que viene hay que planificar una reducción de la deuda que en 3-4 años tiene que estar a cero. Y nos queda el paso de la conversión a la Sociedad Anónima Deportiva (SAD), que hay ya varios socios y entidades externas que quieren entrar en esa ampliación.
–¿Contemplan ya alguna fecha para ser SAD?
–Esperamos poder terminar todo dentro de este mismo año.
–En este club siempre se ha hablado de no gastar un euro más del que entra, ¿de dónde viene, entonces, ese desfase?
–Nos hemos dejado llevar por esa tendencia de intentar subir a ACB, y se ha gastado más de lo que podíamos. Posiblemente porque la plantilla era más ambiciosa de la que podíamos tener. Lógicamente, ya este año se han reducido muchos gastos. Y aún así, este año ha habido dos partidas que no se han cumplido.
–La de la Diputación es una.
–Contábamos con una ayuda que hemos tenido estos años con Alimentos de Valladolid, y este año no se llegó a firmar.
–Para que el lector lo entienda, hablamos de una ayuda que gestionaba el club de fútbol.
–Es una ayuda que en su día gestionó el fútbol, pero para derivar al baloncesto.
–Y esa ayuda se había presupuestado.
–Sí. Es verdad que la predisposición de la Diputación está siendo buena, pero esa ayuda de Alimentos no la vamos a tener este año.
–Y, en ese escenario, lógicamente no es lo mismo amortizar esa deuda en Primera que en Segunda FEB.
–Ahora es cuando contemplamos ese escenario, y realmente los ingresos que tenemos vienen por empresas que nos apoyan. Así como es verdad que en las otras dos parcelas estamos muy flojos, en el apoyo empresarial estamos bastante bien. Y la reducción de una categoría no va a mermar esa ayuda. Tampoco los gastos serían los mismos.
–¿Va a seguir UEMC como patrocinador?
–Termina contrato esta temporada, pero su disposición es buena y nos encantaría seguir con ellos porque al final el 'naming' va cogiendo marca. Nos gustaría seguir con la universidad, sí.
–¿Es posible que el club tenga un crecimiento sin que crezca su masa social?
–No. Tenemos ahora mismo dos hándicaps con respecto a otros de la misma categoría, que son el apoyo institucional y la masa social. Se ha ido creciendo pero muy poquito a poco, y no hemos sido capaces de llegar a unos números aceptables. Hablar de ACB es utópico ahora, pero si algún queremos pensar en eso tenemos que estar en torno a 4.000 socios.
–¿Existe un estudio en profundidad? Porque por lo visto en años anteriores no es cuestión de ganar.
–Pero sí se ha notado. Cada año que terminamos en unas buenas condiciones deportivas, la campaña de socios va muy bien. El año pasado terminamos con diez derrotas consecutivas y la campaña se resintió.
–¿El tope son 2.100 abonados?
–Este año estamos en esa cifra, y el año pasado muy poquito más, 50 o 60 más. ¡Ojalá tuviéramos los 9.000 de Burgos!... aunque por otro lado es verdad nuestro pabellón no lo soporta.
– ¿En qué punto está el apoyo de la Junta de Castilla y León al deporte de esta Comunidad?
– Es insuficiente. Tienen que entender que debe mirar, más que la división, el coste del club, la repercusión, el número de aficionados,... Institucionalmente estamos muy por debajo de otros clubes, y si hablamos de otras autonomías, se podría decir que jugamos otra liga.
–La siguiente pregunta huelga, entonces, porque le iba a preguntar si es posible recuperar músculo y volver a adelantar a Burgos o Palencia.
–Presupuestariamente estamos muy lejos. Palencia, por poner un ejemplo, tiene un apoyo institucional que es tres veces el que tenemos nosotros, y Burgos, cinco. Y en socios, Palencia supera los 4.000 y Burgos está en los 9.000.
–Pero, ¿tienen asimilado asimilado que ese escenario no va a cambiar?
–Bueno, en lo único que estamos mejor que ellos es en el apoyo del tejido empresarial. Tenemos que intentar seguir peleando esa ayuda institucional para competir en las mismas condiciones, y luego seguir generando aficionados al baloncesto.
– Le hago la más fácil para terminar, ¿hay Lorenzo Alonso para rato?
– ¡Uf!
– Igual es la más difícil...
– Hay que verlo. Este año ha sido muy duro, no lo hemos hecho bien y hay que analizar muchas cosas. Principalmente los errores que se han cometido, y luego ver si hay gente con ganas de continuar con el proyecto.
– Suena a un paso a un lado.
– Hay que ver si hay gente que quiera dar un paso al frente. Si la hay, veremos qué decisiones tomamos.
–La semana pasada se reunieron en junta directiva, ¿algún punto fuera del orden del día?
–Bueno, básicamente todo lo que deriva de la marcha del Real Valladolid. El cambio de nombre, de colores, de ropa,... Hay que tener en cuenta que tenemos muchos chicos en la cantera.
–En esa junta directiva no eran muchos los que estaban a favor de vincularse con el club de fútbol. Echando la vista atrás, ¿cuál es la opinión del presidente? ¿Da por buena la relación? ¿Fue un error?
–¡Buff! Vamos a ver, en el momento en que se firmó el convenio, el respaldo fue unánime. Todos creímos que la alianza era positiva. Cuando ha habido discrepancias es cuando se empezó con el proceso de absorción. Ahí fuimos unos cuantos los críticos con los pasos que se querían dar.
–¿Lorenzo Alonso también?
–Sí, yo también fui crítico con ese primer contrato que nos mandó el club de fútbol. La fórmula no nos encajaba, y cuando casi llegamos al documento final, ya consensuado, fue el Valladolid el que decide salirse. Hay mucho que agradecerles pero también esa inercia nos ha llevado a generar una deuda que no es la filosofía de nuestro club.
–¿Qué peso tienen en la toma de decisiones los socios fundadores?
–Somos dieciséis socios, y los que no son fundadores entraron un año más tarde. En estos momentos, el peso de todos los socios es el mismo. Eso cambiará si ahora nos convertimos en sociedad anónima. Las últimas asambleas han sido unánimes, no hay discrepancias.
–¿Las hubo con la marcha de Paco García?, ¿fue un error?
–No sé valorar si fue un error, lo que sí que sé es que no podíamos pagar ese contrato. El incremento salarial que tuvo Paco en una negociación suya con el fútbol no era asumible.
–Hay que añadir en ese contexto que ya se había contraído deuda.
–Claro, nuestra idea al principio de esta temporada era ya ir reduciendo deuda. Se dice que su salario lo pagaba el fútbol, y no es cierto. Lo pagaba íntegramente el baloncesto. Y es una carga que no fue aprobada ni aceptada por el club. Entonces lo que le ofrecimos fue continuar con el salario que sí había negociado el baloncesto. Y Paco no quiso seguir.
–Y viendo lo que hemos visto este año...
–Bueno, hemos tenido dos grandes entrenadores este año con mucha implicación, y el problema es que no hemos conseguido funcionar como equipo.
–¿Lo que se ha visto esta temporada llevará a muchos cambios internos o no tiene por qué?
–Tenemos que seguir en la senda de reducir costes, así que cambios va a haber.
–¿En qué sentido?
–Estamos trabajando en ello, no hay decisiones tomadas todavía.
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