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El líder juega a placer y se divierte a costa de un Clínica Sur en depresión
El equipo de Diego Epifanio dominó de principio a fin en todas las facetas del juego, siempre dos pasos por delante de su rival. Un parcial de salida de 0-12 marcó la pauta y fue una losa para los locales, que siguen jugando a impulsos
No hay depresión que mil años dure, dicen, pero la que sufre el Clínica Sur-Aspasia va camino de darle un disgusto mucho mayor que una simple derrota o un bache pasajero. Y ese estado de ánimo nada tiene que ver con la derrota encajada a manos del líder, más que previsible por tratarse del equipo más armado de la liga, y sí con una actitud que dista mucho de la que debe mostrar ese enfermo que quiere salir del túnel. Al contrario. Desconectado y cabizbajo incluso con el 0-0 en el marcador, la sensación que transmite es la de un enfermo terminal. Y nada más lejos.
No le picó el orgullo la derrota en Burgos, tampoco la sufrida en Oviedo, mucho menos la encajada ante Melilla o Coruña, y con el Breogán enfrente se mostró resignado de principio a fin, esperando siempre un 'click' que le metiera en partido y que, por supuesto, no llegó.
Sin llegar a tocar su techo, ha entrado en caída libre en un momento crítico de la temporada sumergido en una crisis de identidad que no encuentra líderes que tiren del carro. No es, sin embargo, la peor noticia.
Todos los rivales que se enfrentan al Clínica Sur-Aspasia han multiplicado sus prestaciones y ofrecen una versión mejorada -muy mejorada en el caso del Breogán- de la que ofrecieron en octubre. Presentan una hoja de ruta y denotan una evolución. En las antípodas se tambalea hoy por la competición el Real Valladolid Baloncesto, cuya involución es aún más preocupante que sus resultados.
Nada queda de aquella plantilla que mejoraba sobre el papel la anterior, y aún menos del técnico que acompañó a aquel equipo que funcionaba como un reloj suizo.
Clínica Sur-Aspasia
Pantzar (-), Mason (5), Kavas (16), Nacho Martín (4) y Van Zegeren (4) -cinco inicial-, Timmer (22), Kohadja (5), Astilleros (3), Sergio de la Fuente (9), Puidet (2) y Juan Sáez.
70
-
80
Breogán
Mateo Díaz (2), Soluade (14), Sollazzo (14), Kacinas (5), y Larsen (18) -cinco inicial.-, Eric Quintela (2), Aboubacar (6), Sergio Quintela (5), Iván Cruz (8), Arco (4), Rivas (2).
-
Parciales: 18-25, 37-46 (descanso); 50-65 y 70-80 (final).
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Árbitros: Juan Morales, José María Olivares y Pablo Rodríguez. Eliminados: Kavas (minuto 36).
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Incidencias: Duodécima jornada de la Liga LEB Oro disputada en el polideportivo Pisuerga sin público en las gradas por la pandemia. Greg Gantt causó baja por una inflamación en el tendón cuadricipital de su rodilla derecha.
El funcionamiento de éste apenas da las horas y deja pasar los minutos sin importarle ni poner remedio a lo que pasa en la pista. Ante el Breogán no solo no llegó puntual sino que tardó cuatro minutos y medio en ponerse en marcha, y la consecuencia, para un equipo blando y sin intensidad que bajó los brazos antes incluso del salto inicial, dejó un parcial de 0-12 similar a un 'ochomil' para un montañero. Un muro infranqueable si enfrente tienes un rodillo capaz de anotar dentro-fuera con la misma facilidad con la que su pívot titular domina los partidos,... y la competición. No necesita el Breogán un base que marque los ritmos -se permitió el lujo de salir con el joven argentino Mateo Díaz, de 18 años-. Kevin Larsen (208 centímetros), dominó cómo y cuando quiso el tiempo de partido, poniendo la primera piedra y apuntalando una hegemonía apabullante en cada balón que se jugaba bajo los aros -propio y ajeno-.
El primer cuarto estiró la depresión local hasta un 6-21 (minuto 7), con un Real Valladolid encogido de hombros y también de muñeca -solo cinco tiros hasta entonces- que tardó en encontrar su faro defensivo. Cojea y mucho atrás el equipo de Hugo López, y con Paasoja convaleciente en la grada y Puidet lesionado en el minuto 9, fue la entrada de Astilleros y Sergio de la Fuente la que dotó algo de intensidad. La suficiente como para dar un primer impulso y maquillar el marcador en el primer paso por el banquillo (18-25). Un aviso de lo que venía y de lo que viene sucediendo en un grupo que funciona a golpe de impulsos y que sobrevive según respire Timmer en ataque.
Su respiración fue profunda en el segundo cuarto... y acabó por llegarle a la nuca al Breogán (28-31, minuto 15), muy a pesar del desolador bagaje de baluartes como Nacho Martín y Sergio de la Fuente, 3 puntos por entonces entre los dos. Cuando las constantes del de Wisconsin dejaron de latir... la desconexión disparó de nuevo el marcador hasta un 50-67 harto elocuente (minuto 31) y con un plantel enfrente con roles asumidos en el que cualquier jugador aporta su mejor versión. Es la consecuencia de una evolución. Y esa travesía que pasó el equipo de Epi meses atrás le permitió en Valladolid ver acciones como un mate a aro pasado de Kacinas, triples lejanos pero plenos de confianza de Soluade -dos de ellos por pasar el bloqueo Pantzar de tercero- e incluso una lección de saber controlar los tiempos de Sollazzo -¡qué jugador el americano!-.
En la otra orilla encontramos la versión antagónica. La del Real Valladolid Baloncesto, que sufre hoy el mal del estudiante vago, que cuando llega a los exámenes más exigentes habiendo estudiado lo básico, le cae la lista de los reyes godos. En su último test de gallego también le falló lo básico. Cuando recupera a jugadores que parecían perdidos para la causa como Kavas o Astilleros -notable su mejoría física- se encontró escondidos en el cajón a los llamados a tirar del carro, caso de Nacho Martín o Sergio de la Fuente.
Tampoco cuenta con la lucidez de su técnico, que se ahorró las trampas para mejor ocasión. Ni una presión, ni alternativas,...
El último 'click' puso al líder a tiro (62-71, a 4:30 del final), pero una vez más se quedó en amago, esta vez por culpa de posesiones sin ningún criterio que sortearon el resultado final.
Gantt causa baja y Puidet sufre problemas lumbares
Le crece los enanos al RVB, que ayer no pudo contar con Greg Gantt debido a una «inflamación en el tendón cuadricipital» de su rodilla derecha que podría ser más preocupante de lo que parecía inicialmente. Hoy se le someterá a pruebas para conocer el alcance. El estonio Puidet, por su parte, tuvo que retirarse lesionado en el minuto 9, afectado por unas molestias lumbares que lellegaron a bloquear las piernas. En su momento fue operado de hernia discal.