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Baloncesto

El proyecto comienza cojo

El CBValladolid pierde potencial en su inicio en la LEBOro al no poder inscribir a Sonseca

Víctor Borda

Viernes, 3 de octubre 2014, 15:27

ELCB Valladolid inicia hoy su segunda participación en la LEB Oro con un proyecto cojo. La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha aplicado la norma a rajatabla. El club morado no puede fichar jugadores que necesiten transfer. Existe un laudo que da la razón al agente de Othello Hunter y que exige el pago de unos 80.000 euros al jugador americano y su representante. Eduardo Hernández-Sonseca venía de la Liga belga. Necesitaba el pase internacional y la FIBA, en cumplimiento de su propio laudo, lo ha denegado. El conjunto que dirige Porfi Fisac se ha quedado tocado, sin su mejor hombre en la pintura. Un desastre a escasos días de iniciar la competición. Toca buscar un sustituto.

No ha sido el único borrón. Albert Moncasi fue cortado tras llegar sin estar restablecido de una operación quirúrgica. Nikola Rakocevic no ha podido incorporarse por culpa de trámites burocráticos en su país. Casi todo lo que lo podía salir mal, ha salido peor. La misma dinámica de las últimas campañas en la entidad morada. De momento, pintan bastos.

La marcha de Porfi Fisac al final de la temporada 2010-2011 fue, sin duda, una mala noticia. El técnico segoviano había conseguido en tres temporadas ascender a la ACB, lograr la permanencia con cierta holgura y clasificarse, en su última campaña en el club, para la Copa del Rey. Vinieron, con excepción de la temporada soberbia con Roberto González en el banquillo, años oscuros. Dos descensos. El último, tras un año pésimo en la que el equipo consiguió solo tres victorias en toda la temporada. Años oscuros. Un Mordor baloncestístico.

En estos años oscuros, muy negros si hablamos de aspectos económicos, aparece una pequeña luz en el horizonte. Y esa llama, aún incipiente, la trae Porfi Fisac, que ejerce de hijo pródigo. Su regreso es, sin duda, una buena noticia. Los espartanos de Porfi parecen ya prestos para la batalla. Baloncesto intenso, con una defensa sólida y un letal contraataque. Defender y correr.

Aunque los condicionamientos económicos, por desgracia, son los que son, el club ha realizado buenos fichajes, con algunos jugadores con experiencia, más jóvenes que deberán ir entrando en la dinámica del equipo. Es verdad que hay clubes con mejores planteles sobre el papel y con mayor poderío económico que la entidad morada. Eso resulta innegable, pero también es cierto que el equipo morado quiere plantarles cara y competir, un verbo que en la última temporada se conjugaba con escasa frecuencia en el grupo y su entorno.

Esta vez, la plantilla no contará con hombres con tanto nombre como hace cinco temporadas en la LEB. Entonces destacaban jugadores como Van Lacke, Dumas, Battle, Chris Hernández, Baldo o Grunfeld. Son otros tiempos. El bloque cuenta con algún ilustre veterano del baloncesto español: Román Montañez. El escolta ha regresado al club por tercera ocasión. A sus 35 años, tiene mucho baloncesto que ofrecer.

Pero el CB Valladolid va a funcionar como una orquesta. Hay secundarios con un papel muy importante. Es el caso de Iván Martínez, el único superviviente de la campaña pasada. El escolta será el perro de presa del técnico. Le tocará en muchas ocasiones bailar con la más fea, pero el vallisoletano siempre ha respondido en el trabajo atrás. Eso sí, esta vez también deberá aportar puntos en un equipo que va a necesitar del caudal ofensivo de todos.

Núcleo duro

Otro hijo pródigo que ha retornado a la disciplina morada es Sergio de la Fuente. El jugador, que en las últimas campañas ha brillado en la Liga EBA con el equipo de la Universidad de Valladolid y como jugador en la modalidad de uno contra uno a nivel internacional, vendrá a pegarse en la pintura con jugadores más altos y fuertes. De la Fuente tiene recursos para salir victorioso. Su gran pretemporada vaticina una buena campaña del vitoriano.

El club, además, se ha reforzado con jugadores con experiencia en la LEB Oro. Es el caso de Javi Lucas, Sergi Pino y Mikel Uriz, a los que hay que sumar a un pívot que llega desde la ACB, Micky García Stobart, un interior rocoso que quiere tener los minutos de los que no ha disfrutado en las dos últimos años enrolado en las filas del Obradoiro compostelano.

El núcleo duro de jugadores en categoría sénior está pendiente de la llegada del escolta montenegrino Nikola Rakocevic, que no ha podido salir de su país por culpa de problemas con el visado. Su presencia dará consistencia al perímetro. El déficit más importante puede estar en el puesto de base, donde solo está Uriz y el canterano Arranz.

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