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No era Iñaki Martín la primera opción para sustituir al destituido Lolo Encinas y coger las riendas del Real Valladolid Baloncesto. El club tanteó antes la posibilidad de incorporar a Gustavo Aranzana, entrenador en Pisuerga en dos etapas distintas (1983-87 y 1997-2002), pero las conversaciones no prosperaron por la oferta insuficiente que se trasladó a su agente.
Aranzana (Valladolid, 1958), dolido por este extremo pero sobre todo porque Pepe Catalina no contactara con él en persona y se dirigiera a su representante, no ha ocultado en las últimas horas su malestar por la falta de interés del club en su contratación. «De corazón de verdad yo quería estar, pero no ha habido esfuerzo por parte del club porque la oferta no era posible aceptarla», señaló este martes en declaraciones a Esradio Valladolid.
El técnico vallisoletano, cuyas últimas experiencias han sido en Cartagena y como seleccionador de Marruecos, estaba abierto a negociar diferentes fórmulas por la delicada situación económica que atraviesa el Real Valladolid Baloncesto, pero no se le dio pie, rechazando una oferta que se ceñía a los próximos cuatro meses de competición.
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