Mini lasañas de calabacín
Esta receta tiene al atún como el segundo ingrediente principal y es muy sencilla de elaborar
El calabacín es una de esas hortalizas que conjuga a la perfección tanto en la cocina de invierno como de verano. ¿Quién puede resistirse a ... un crema con este producto como ingrediente principal? Incluso, a una tortilla o al calabacín rebozado.
No obstante, los ejemplares más sabrosos son los que se recogen entre los meses de julio y septiembre e, incluso, octubre, por lo tanto, estamos a tiempo de saborearlos en toda su plenitud.
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El calabacín es sobre todo una buena fuente de minerales, en particular de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro y contiene además unas sustancias denominadas mucílagos, un tipo de fibra que suaviza y desinflama las mucosas del aparato digestivo.
Así, expuestas todas sus cualidades, vamos con la receta que proponemos hoy, una mini lasaña de calabacín para la que necesitamos los siguientes ingredientes: calabacín, tomate frito, atún en lata, orégano y queso mozzarella. Las cantidades van en función del número de mini lasañas que queramos elaborar.
En primer lugar partimos el calabacín en rodajas, de poco más de medio centímetro, por lo que necesitaremos uno que tenga cierta anchura.
El atún se debe escurrir bien y una vez realizada esta tarea se añade el tomate y el orégano.
A continuación, en unos moldes de magdalenas montamos lo que será el plato para lo que colocamos: una rodaja de calabacín, el atún con el tomate y añadimos el queso rallado. Repetimos esta operación para que la mini lasaña quede más consistente.
Cuando tengamos todo el molde relleno, con el horno precalentado a 200 grados con temperatura arriba y abajo, introducimos los moldes y los dejamos unos 20 minutos.
Como siempre, se puede hacer más o menos, a gusto de cada uno, pero una vez horneados estarán listos para comer.
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