La ortodoxia de la potencia en el vino y la Navidad

Empezar con blancos, seguir con los rosados y los tintos para los platos fuertes, los consejos de la sumiller Noemí Bocos

Martes, 25 de diciembre 2018, 18:25

Sumiller y jefa de Sala del restaurante familiar Molino de Palacios (Peñafiel, Valladolid), Noemí Bocos posee un expediente formativo brillante que además avala la tradición hostelera de su familia. Como ella misma cuenta, «de pequeñita me sentaban en un taburete en la cocina, pelando ajos o gambas, y poco a poco fui realizando más tareas». «Sin querer he nacido para ello», señala esta licenciada en Turismo, número dos de las respectivas promociones de sumilleres de las cámaras de comercio de Valladolid y de Madrid. El ensamblaje que la sumiller peñafielense ha configurado se basa en la cocina de su restaurante, que además coincide con muchos de los menús que estas navidades van a prepararse en muchos domicilios. «Nuestra cocina es tradicional, castellana, por ello he elegido menús que, además de gustar a todos, están al alcance de cualquier casa, que son sencillos, ricos y dignos. Y he buscado también productos de temporada», señala.

Publicidad

La ortodoxia, basada en la estructura o potencia de los vinos, aconseja «empezar con blancos para ir creciendo con un vino fermentado en barrica. Los rosados por supuesto también deben de tener su protagonismo. Los Cigales aportan mucha frescura y tienen que estar en las comidas y cenas de estos días. Y cómo no, los tintos para platos fuertes. El maridaje no son matemáticas, el gusto es algo muy personal».

Noemí Bocos, sumiller y jefa de sala del Restaurante Molino de Palacios de Peñafiel. Agapito Ojosnegros Lázaro

Noemí aconseja empezar la comida con Finca Montepedroso Verdejo 2017, «un vinazo que se puede maridar con unos aperitivos porque es fresco. Y si uno ya está sentado en la mesa, lo puede armonizar con unas alcachofas confitadas y con un toque en el horno con un huevo escalfado».

Satisfecha con el hecho de que en la DO Rueda apuesten por vinos de guarda, considera que Cuatro Rayas Cuarenta Vendimias Cuvée 2017 se puede acompañar «con otras verduritas, pues son días que se come mucho». Propone unos puerros de temporada a la plancha con salsa romesco, un toque de almendra y tomate. De Cigales, «denominación estrella de los rosados que hay que defender a capa y espada», Viña Calderona 2017 «es una opción fantástica» para unas setas al ajillo o en salsa, o un arroz meloso.

Finca Valdelayegua 2015, de PradoRey, «es un vino con un poquito más de cuerpo que ensambla perfectamente con un asado típico de pavo, o de pollo». Solideo 2014, que es el vino reserva de Dehesa de los Canónigos, iría a la perfección con una perdiz estofada. «Si pasamos a tintos más potentes, como Pinna Fidelis Vendimia Seleccionada 2011, «un vinazo que yo recomendaría abrirlo una hora antes de consumirlo para que se oxigene, pues tiene mucha estructura, acompañaría carnes rojas, lechazo o cochinillo».

Publicidad

«Soy partidaria de seguir con el tinto en el postre, para los chocolates», defiende.

En cuanto a los espumosos, Noemí Bocos asegura que «para un público más joven que quiere iniciarse en la cultura del vino, tenemos el Ariane de Liberalia, que tiene un toque dulce de la moscatel. Es ligero, para entrantes y aperitivos suavecitos, patés y quesos».

Yllera Privée Brut es «un tipo de vino no solo para brindar, también te puede aguantar una comida perfectamente, empezando por el aperitivo, pasando por pescados al horno y también con carnes blancas, y terminar brindando con él». «Tanto para empezar como para terminar una de estas comidas navideñas un vino espumoso de Castilla y León  puede perfectamente sustentar la comida», anota la sumiller.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad